La actuación de España en la Crisis de Afganistán desde 2002 hasta 2021

Afganistán

0. INDICE

  1. Identificación
  2. Resumen ejecutivo
  3. Antecedentes históricos
  4. Fases
  5. Actores
  6. Palabras clave.
  • 6.1. Sorpresas estratégicas y tácticas e incertidumbres.
  • 6.2. Variables o factores clave
  • 6.3. Desacuerdos
  • 6.4.  Controvertidos
  • 6.5. Indicadores
  • 6.6. Fenómenos nuevos
  1. Estado actual.
  2. Lecciones aprendidas
  3. Prospectiva.
  • Escenario 1: Actual o tendencial.
  • Escenario 2: Favorable a España
  • Escenario 3: Desfavorable a España
  • Escenario 4: Otros escenarios.

10. Bibliografía

11. Anexos

 

1. IDENTIFICACIÓN

 

Nombre

NúmeroCódigoRegión geográficaTipo conflicto

Países implicados

 

Objeto disputa

Actuación de

España en la crisis

de Afganistán de

2002 hasta 2021

001AfganistánAsia CentralConflicto armado y países implicados:

Afganistán

EEUU y OTAN

China

Rusia

Irán Paquistán

Desmantelar a Al Qaeda y Derrocar al gobierno talibán

 

2. RESUMEN EJECUTIVO

El objetivo de este trabajo de investigación no es solo profundizar en lo que ha sucedido durante estas dos décadas de conflicto (desde 2001 hasta 2021) y de intento de reconstrucción del país afgano, sino fundamentalmente conocer cuál ha sido la actuación de España en este conflicto armado, pues la sociedad española no ha sido consciente de la exigencia y del reto que ha supuesto esta misión para nuestro país, debido a que los medios de comunicación occidentales la han presentado exclusivamente como una misión humanitaria.  Es por esto, que los españoles no hemos sido conscientes de la labor que España ha realizado con su participación en la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) y en la misión Resolute Report en Afganistán.

Pues desde 2001 hasta octubre de 2015, en que España retiró sus tropas, ha contribuido como se había comprometido a la estabilización, desarrollo y gobernanza de Afganistán. Su cooperación militar ha sido quizás la más visible, pero también ha aportado una notable aportación civil y diplomática de acompañamiento. España de acuerdo a los compromisos adquiridos y al calendario de trasferencia de responsabilidad y repliegue acordados se retiró en octubre de 2015, pero como aliado de la OTAN dejó a un reducido grupo de efectivos en Kabul, para realizar labores de asesoramiento a los altos mandos del ejército y del Gobierno afgano.

En mayo de 2021 España repatrió a sus últimos 42 militares y dos intérpretes que aún permanecían en Afganistán, después de casi dos décadas de participación en una guerra abierta por la Administración Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Una guerra que se enmarcó bajo el genérico concepto de “guerra global contra el terrorismo” y cuyo objetivo era acabar con el santuario de Al Qaeda en Afganistán y derrocar al gobierno talibán entonces en el poder. Es cierto que se acabó con el santuario de Al Qaeda en Afganistán pero no se ha conseguido que desapareciese, y también es cierto que en 2001 se derrocó a los talibanes, pero después de veinte años han vuelto a tomar el poder, lo que demuestra que los objetivos de la guerra no se han logrado del todo y que la amenaza continua aun estando activa.

Pese a todo, el presidente Biden decidió no ampliar el plazo para la retirada más allá del 31 de agosto, aunque el límite previsto inicialmente era el 11 de septiembre de 2021. La salida de Afganistán debería marcar el fin de un conflicto, pero tiene más de final abierto porque el cierre de la misión deja el repunte del terrorismo yihadista con un renovado EI y la instalación en Kabul de un régimen talibán y en su día anfitrión de Al Qaeda.

 

3. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

La historia del pueblo afgano es una larga historia de luchas y de enfrentamientos, y su posición estratégica ha contribuido a ello, pues durante siglos estuvo situado en la encrucijada entre las grandes civilizaciones del Viejo Mundo, y fue un lugar de paso esencial de la Ruta de la Seda. Este territorio formó parte del imperio persa aqueménide, y posteriormente del imperio Kushan, y como parte del Irán histórico estuvo sometido a las dinastías de Tahiti, Saffari y Samani. No fue hasta el año 977 cuando se establece como regente, Sebük Tegin, y crea la dinastía Gaznawi, que con Mamud, logró establecer un gran imperio y extenderlo a la India. Pero el poder de los Gaznawi se debilitó con la llegada de los turcos selyúcidas a Afganistán.

Entrado el siglo XIII y como consecuencia de las invasiones mongoles el imperio acabó por desintegrarse, y se impuso el dominio mongol de Chagatai (el segundo hijo de Gengis Khan). La calma no regresó de nuevo a la región hasta que el gran Tamerlán conquistó el país. Esta tranquilidad no duró mucho pues durante los dos siglos siguientes Afganistán fue una fuente de continúas luchas internas.

Desde el siglo XV al XVII existieron multitud de unidades tribales en Afganistán, pero de entre todas ellas, emergieron en las regiones entre Afganistán y Pakistán dos fuerzas unificadoras, las tribus pastunes de los Ghilzai y Durrani[1]. Estas tribus pastunes no comenzaron hasta 1747 a convertirse en grupos unificadores de las tribus de las regiones montañosas entre Paquistán y Afganistán. De entre estas tribus surgió un líder, Ahmad Shah Durrani, que se comprometió a respetar las tradiciones y procuró la unificación de la nación, pero permitiendo a las tribus tener un cierto grado de autonomía. Durante su reinado no solo consiguió conformar el estado nacional afgano, sino expandir su imperio al este de Irán, Beluchistán, Cachemira y parte de Punjab. Tras su muerte su imperio comenzó a desmoronarse. Con su hijo Timur Shah, se desvaneció el control sobre las demás tribus y Afganistán perdió su soberanía en el norte de la India. En 1826 Dost Momamed Kan tomó el control del este de Afganistán y, en 1835 siendo emir consiguió de nuevo unificar Afganistán, aunque tuvo problemas con Gran Bretaña en los territorios en Punjab, por lo que solicitó la ayuda de Rusia, lo que provocó la primera guerra anglo-afgana, que duró desde 1838 hasta 1842.

Desde el siglo XVII hasta la primera mitad del siglo XIX aparecen tensiones en Afganistán como consecuencia de los encuentros entre los poderosos imperios que le rodeaban. Pese a que Afganistán había huido de forma persistente de cualquier control colonial, durante la segunda mitad del siglo XIX, Gran Bretaña y Rusia ponen en esta región su interés y a partir de este momento.

En 1839 Gran Bretaña al objeto de convertir a Afganistán en un baluarte frente al avance de Rusia ordena al gobernador general de la India, Lord Auckland, que envíe un contingente militar a Kabul, con la misión de derrocar al emir Dost Mohammad Khan, y reemplazarlo por Shuja Shah. En noviembre de 1840 las tropas británicas toman Kabul y envían al exilio al emir. A partir de otoño de 1841 la situación en Kabul es cada vez más inestable tanto económicamente como porque la relación entre las tropas de ocupación y la población afgana se hace cada vez más insostenible. En consecuencia el 2 de noviembre de ese año, se produjo una revuelta que culminó con el asalto a la sede del regente británico Alexander Burnes, por lo que los que el 6 de enero de 1842 los británicos inician su retirada desde Kabul hacia Jalalabad. Esta fue una de las peores derrotas del imperio británico, pues a ella solo sobrevivió el doctor Brydon (REQUENA, P. 2011: 24). En 1843 Dost Mohamed, que había tenido que huir al norte cuando los británicos pusieron el poder en manos de Shah Shuja, realizó una alianza con Rusia.

Con Benjamín Israeli como primer ministro británico, finaliza en 1874 la política de no intervención los asuntos internos de Afganistán por parte del Reino Unido  y se inició una política ofensiva. En 1875 los británicos toman Queta y la convierten en una base militar, lo que presagia que Gran Bretaña  comenzará una nueva política en Asia Central.

En 1878 un suceso precipita la segunda guerra anglo afgana y es que ese verano los rusos sin permiso del emir Sher Ali, envían una delegación diplomática al mando del general Stoletov, para frenar la política expansionista de Gran Bretaña en la India y las maniobras exitosas de Gran Bretaña en Europa. El 14 de agosto de ese año el virrey, Lord Lytton, pidió al emir que aceptase una misión británica para contrarrestar la misión de Rusia. El emir, tras la muerte de su hijo (su sucesor) pidió un periodo de espera a los británicos, pero estos se lo negaron y enviaron una misión a Kabul, la cual fue rechazada en la frontera afgana por los afganos. En consecuencia, el 21 de septiembre Gran Bretaña declaró la segunda guerra anglo afgana a Afganistán (REQUENA, P. 2011: 26). En 1879 Sher Ali muere, y su  hijo y sucesor Yaqub Khan firma el 26 de mayo de 1879 el Tratado de Gandamak[2], que puso fin a la guerra. Este tratado convirtió a Afganistán en un protectorado británico.0

El primer representante británico en Kabul, Pierre Louis Napoleon Cavagnari[3], fue asesinado el 3 de septiembre de 1879 durante el asedio a la Residencia Británica en Kabul, después de rechazar las demandas de las tropas afganas amotinadas. Esto hizo que Yacub Kan tuviese que abdicar como emir, abandonar Kabul y unirse al General Frederick Roberts. Aprovechando el vacío de poder y el terror al que los británicos estaban sometiendo a los afganos, en 1880 Abdur Rahman Khan[4] marchó sobre Kabul, se proclamó emir y restableció el gobierno afgano. La derrota británica en Gazni y la llegada de los liberales al poder en Gran Bretaña originó la retirada de las tropas británicas de Afganistán, quedando el emir a cargo de un país con una soberanía limitada, debido a que las relaciones exteriores continuaban dependiendo de la aprobación de Londres. Abdur Rahman se impuso como reto crear un estado, pero para lograrlo debía luchar antes, por un lado, contra potencias como Rusia y EEUU que pugnaban por obtener el control de Afganistán, lo que originó el surgimiento de un sentimiento nacional en el pueblo afgano, que reforzado por el sentimiento religioso robusteció el tradicional sentimiento de independencia de los afganos (RUÍZ ARÉVALO, J. 2014: 60).  Por otro lado, en el interior de Afganistán Abdur Rahman tenía que luchar contra el nacionalismo religioso de corte tradicional que pensaba que lo que convenía al interés nacional era realizar la yihad, y lidiar con los movimientos nacionalistas reformistas apoyados por Kabul que consideraban reforzar su independencia y controlar a las tribus pastunes (RUÍZ ARÉVALO, J. 2014: 62). Lo primero que realizó fue controlar a las tribus pastunes, y después centrar todos sus esfuerzos en estrechar lazos con los restantes grupos étnicos, a fin de conformar un estado unificado suní y libre de tensiones religiosas. Pese a todos sus esfuerzos no consiguió acabar con el conflicto abierto entre los nómadas pastunes y los hazaras sedentarios, ni logró una verdadera cohesión nacional entre los grupos porque no logró incorporar a los no pastunes al proyecto nacional afgano, que para ellos siempre ha sido un proyecto pastún.

Entre 1887 y 1895 se produce la delimitación de fronteras del territorio afgano según lo acordado en el Tratado Durand el 12 de septiembre de 1893 entre la India británica y Afganistán. La línea Durand, que marcaba los límites occidentales del Imperio Británico y posteriormente de Paquistán, acabó convirtiéndose en un conflicto transfronterizo, en vez de conseguir la estabilidad en las regiones fronterizas.

Entre 1901 y 1919 gobierna el país el emir Habibullah, el cual al llegar al poder declaró una amnistía para todos los afganos que se habían exiliado durante el gobierno de su padre Abdur Rahman. Habibullah no solo se esforzó en introducir los avances tecnológicos en Afganistán y suavizar la actitud de su padre contra los ulemas permitiéndoles recuperar su poder, sino que procuró sentar las bases para la total independencia de Afganistán limitada  por el Tratado de Gandamak. Esto lo consiguió tras firmar en 1905 un nuevo acuerdo con Gran Bretaña en el que no se incluían ya  las limitaciones a la soberanía de Afganistán, ni se reconocía la validez de la línea Durand como frontera internacional. En febrero de 1919 Habibullah Khan fue asesinado y le sucedió en el poder su hijo Amanullah, el cual no solo cambió el título de emir por el de monarca sino que, aprovechándose de la posición de debilidad en que se encontraba Gran Bretaña en la India, declaró la guerra a los británicos, iniciándose así, la tercera Guerra anglo afgana. Este conflicto se inició el 3 de mayo de 1919 tras cruzar las tropas afganas la frontera con Pakistán y capturar Bagh, que era un lugar de gran importancia estratégica tanto para los británicos como para los indios. Aunque en principio se consideró una violación menor de la frontera, este ataque fue parte de un plan de invasión más amplio desarrollado por los afganos. Pues Amanullah pretendía provocar un levantamiento de la población en Peshawar el 8 de mayo. El incidente alertó a los británicos, que se vieron en la necesidad de responder a la ocupación de Bagh y a los desórdenes de Peshawar. El 11 de mayo lanzó un contraataque contra Bagh en el que las pérdidas británicas fueron mínimas. Finalmente, temiendo que el fuerte nacionalismo provocase acciones guerrilleras y se necesitasen algunos años para pacificar el país, lo que suponía un gasto enorme, las autoridades británicas decidieron negociar un acuerdo y firmar el 8 de agosto el Tratado de Rawalpindi, por el que Afganistán recobraba el control de su política exterior, un dominio que había perdido al final de la segunda guerra anglo–afgana.  En este tratado el Reino Unido no solo reconoció la independencia de Afganistán, sino que renunció a extender la india británica[5] más allá del paso Khyber. A cambio, Amanullah reconocía la línea Durand como frontera y se comprometía a no interferir en el lado británico de la línea. En 1927 Amanullah reunió una loya yirga compuesta por líderes tribales y religiosos, ante la que expuso las reformas que pensaba llevar a cabo, pero la asamblea rechazó la mayoría de sus propuestas. Viendo que la asamblea había rechazado la mayoría de las propuestas, Amanullah convocó una segunda asamblea, pero esta vez solo con sus incondicionales. En 1928 viendo lo comprometido que estaba Amanullah con su misión modernizadora, un grupo de pastunes incendió el palacio de verano de Jalalabad, mientras que en el norte Bacha Saqqao reunía un ejército y en nombre del islam marchaba sobre Kabul, obligando a Amanullah a exiliarse en Italia (RUÍZ ARÉVALO, J. 2014: 70). Tras proclamarse Bacha i Saqao emir, inició un periodo de terror que le creó la enemistad de todos los afganos, tanto de los que apoyaban a Ghulam Nabi Charki, que contaba con ayuda soviética, como de las tribus de ambos lados de la línea Durand y de los británicos que apoyaban a Nadir Kan. Tras haber derrotado a Saqqao, Mohammed Nadir Khan fue proclamado rey de Afganistán. En los primeros años de su reinado Nadir Khan además de abolir muchas de las reformas promulgadas por Amanullah, estableció una monarquía autocrática y consiguió reprimir la mayoría de las sublevaciones de las tribus shinwari y tayikas. Después de 1931 concentró sus esfuerzos en reorganizar el país y la estructura del estado, lo que resultaba contradictorio, en contraste con su política inicial de revertir las reformas Amanullah. Fue entonces, cuando Nadir Khan promulgó una nueva Constitución que instauraba un Parlamento bicameral y promulgó la obligatoriedad del sistema educativo. El 8 de noviembre de 1933 Mohammed Nadir Khan fue asesinado y le sucedió en el poder su hijo Mohammed Zahir Shah[6]. Este no solo consiguió durante su reinado mantener la paz en Afganistán, sino que procuró la neutralidad de Afganistán durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1953 Zahir Shah nombra primer ministro a su cuñado y primo Daud Khan. Este siempre con el visto bueno de Zahir Shah comenzó una etapa de reformas sociales y económicas aunque sin significación política. En un primer momento y por temor a la URSS, buscó ayuda militar y financiera en EEUU[7]. Una ayuda financiera que le fue denegada por parte de EEUU, porque Afganistán carecía por aquél entonces de importancia económica y política para Washington. En vista de que EEUU se negaba a prestarle la ayuda que se le pedía, Zahir y Daud decidieron desarrollar lazos con la URSS dispuesta a financiar su desarrollo económico y armar a su ejército sin condicionarlo a un pacto defensivo con su bloque. Pero lo que acabó finalmente por alinear a Afganistán con la URSS fue el asunto de Pashtunistán[8] que se originó cuando Paquistán decidió incluir los territorios pastunes en una gran unidad administrativa que comprendería a todo el territorio del Paquistán Occidental. Daud consideró esta decisión inaceptable, pues ponía fin a los anhelos de autodeterminación de los pastunes paquistaníes. Aunque, lo cierto es que los pastunes orientales se encontraban a gusto con Paquistán. Entre 1955 y 1957 y posteriormente en 1961 se rompieron las relaciones diplomáticas y se cerraron las fronteras, con un grave perjuicio para Kabul por la interrupción de los canales de comunicación con el océano índico y la caída de ingresos en concepto de tasas de aduana. Finalmente, el 29 de mayo de 1963 y tras haber sido destituido Daud[9], Zahir reanudó las relaciones con el país vecino.

El cese de Daoud dio paso a lo que se ha denominado el “Experimento Democrático”. Este proceso fue impulsado por Mohammad Yusuf Khan, quién nada más ser nombrado primer ministro anunció la promulgación de una nueva Constitución que asentaba la monarquía constitucional y el sistema parlamentario, consistente en la Asamblea Nacional compuesta por una Cámara baja y un Senado. Esta Constitución consagraba además la división de poderes, permitía el establecimiento de partidos políticos, garantizaba la libertad de prensa y relativizaba la confesionalidad del Estado y establecía que la sharia era fuente de derecho sólo en casos de vacío de las leyes seculares aprobadas por el Parlamento y firmadas por el rey. Al mismo tiempo, fueron surgiendo algunos grupos clandestinos como los encabezados por Karmal y Taraki que en 1964 crearon el Partido Democrático Popular de Afganistán (PDP) que combinaba un programa leninista con una organización rígidamente estalinista. Estos líderes del partido defendían estrategias diferentes. Mientras Karmal pensaba ganar fuerza sin enfrentarse directamente al régimen, Taraki era partidario de una acción más resuelta para forzar su caída. Estas diferencias fueron las que originaron la división del partido en dos facciones, la Khalq liderada por Taraki, y la Parcham liderada por Karmal.

El deterioro de la economía y la decepción por la inercia de la Nueva Democracia preanunciada por Zahir reavivaron el descontento que aprovechó Daud para provocar el 17 de julio de 1973 un golpe de estado. Daud se hizo con el poder de Kabul, proclamó la República, se proclamó presidente y primer ministro, y se apoyó en Karmal para hacerse con el control de la administración. Una vez conseguido el poder Daoud comenzó a poner en marcha su agenda modernizadora. Pero, el problema surgió cuando Bangladesh obtuvo la independencia de Paquistán y Daud decidió apoyar a los baluchis y a los pastunes de ese país. Este apoyo a movimientos nacionalistas transfronterizos suponía una amenaza para la región, algo que la URSS no estaba dispuesta a permitir. Esto originó un distanciamiento de Moscú y un acercamiento a Irán hasta que en 1977 el Sha fue derrocado.

El 17 de abril de 1978 fue asesinado Mir Akbar Khyber, el líder de la ideología parcham. Ante la manifestación que se produjo en su funeral, Daud detuvo los días 25 y 26 de abril a los líderes marxistas. La reacción ante estas detenciones fue la que motivó el 27 de abril la Revolución Saur[10]. Los miembros del comité nacional del partido que no habían sido detenidos, se encargaron de movilizar a algunos de los oficiales de las Fuerzas Armadas bajo el liderazgo del PDPA, que acabaron entrando en el Palacio Presidencial y asesinando a la familia Daud. Tras el derrocamiento de Daud, fue elegido Nur Mohammad Taraki presidente de Afganistán. Este además de convertir al país en un Estado satélite de la URSS, adoptó una serie de medidas radicales. En consecuencia, los grupos muyahidines comenzaron a rebelarse y a enarbolar la bandera de la religión. Siendo consciente de que la resistencia crecía, Taraki pidió ayuda militar a la URSS, pero el premier Kosyguin y Breznev se la denegaron. Viendo que la situación se iba deteriorando y que peligraba la costosa inversión de la URSS en Afganistán y se  podría ocasionar el colapso del PDPA, en julio de 1979 el primer ministro de Taraki, Hafizullah Amin, originó en septiembre un golpe palaciego y mató a Taraki. La URSS irritada porque no había sido consultada sobre el golpe y preocupada con los supuestos contactos de Amin con China, con Paquistán y la CIA, decidió invadir Afganistán.  La finalidad de esta invasión era ayudar al gobierno comunista en el poder, inmerso en una guerra civil contra los grupos insurgente muyahidines apoyados económica y militarmente por EEUU.

En febrero de 1984 Chernenko fue sustituido en la secretaria general del partido por Gorbachov, quién en el XXVII Congreso del Partido Comunista anunció la retirada de las fuerzas soviéticas de Afganistán. Esta retirada no se produjo de forma inmediata, pues antes era necesario asegurar un gobierno pro soviético en Afganistán que garantizara los objetivos estratégicos del Kremlin. Gorbachov escogió a Mohammad Najibulá[11], para llevar a cabo este cometido. Durante su mandato la URSS retiró las tropas de ocupación, aunque continuó apoyando económica y militarmente a su régimen. Su política estuvo orientada hacia la reconciliación nacional, con la que buscaba poner fin a la Guerra Civil negociando con los muyahidines. En noviembre de 1987 fue aprobada una nueva constitución, que además de especificar que Afganistán era un estado islámico, establecía un sistema parlamentario, con participación de todos los partidos políticos. Tras haberse aprobado la constitución se logró un pacto, que se materializó en los Acuerdos de Ginebra de abril de 1988, entre Afganistán, Paquistán, EEUU y la URSS. En este acuerdo se fijaba un plazo de nueve meses para que las fuerzas soviéticas se retirasen de Afganistán, se prohibía a Paquistán que se entrometiese en los asuntos internos de Afganistán y se garantizaba un regreso seguro a los refugiados. El 8 de febrero del año 1988, el premier Mijail Gorbashov desveló que la retirada de las fuerzas de la URSS comenzaría el 15 de mayo y finalizaría diez meses después (RUÍZ ARÉVALO, J. 2014: 88). El inminente repliegue de las fuerzas soviéticas, la esperanza de que el gobierno de Kabul colapsase, y el desacuerdo entre los partidos de Peshawar, hacían difícil que el presidente paquistaní Zia pudiese llegar a un trato con Najibulá. En vista de que Zia no estaba dispuesto a que Afganistán lograse un gobierno de unidad nacional, la URSS le presionó para que dejase al país decidir sobre su futuro. Su respuesta consistió en sabotear cualquier intento de formación de un gobierno de unidad nacional, presionando a los partidos de Peshawar para que nombraran a un gobierno al margen del de Kabul, cuya  misión sería controlar el repliegue de las tropas soviéticas y convocar elecciones en seis meses. Viendo el cariz que tomaban los acontecimientos, EEUU presionó al presidente paquistaní para que se sentase a la mesa de negociaciones en Ginebra, y firmase el 14 de abril un acuerdo que en la práctica tan solo supuso una pausa en la guerra. Mientras tanto EEUU continuaba apoyando a los muyahidines en Paquistán, esperando que Kabul no pudiese sobrevivir a la retirada soviética. Pero no fue así, porque el ejército afgano demostró ser más efectivo que las desorganizadas milicias a las que se enfrentaba, lo que condujo a algunos partidos de Peshawar a desenterrar el plan sobre el retorno del rey y formar un gobierno presidido por Sibgatula Mujaddedi. Mientras tanto, Najibulá continuaba intentando ganar apoyos, lo cual no resultaba fácil, pues allí donde su poder no llegaba, surgían centros de poder independientes, al margen del gobierno de Kabul y de los partidos de Peshawar. El surgimiento en Afganistán de líderes que no podían ser controlados le preocupaba a Zia ul-Haq, pues estaba empeñado en controlar la insurgencia y manejarla según sus intereses. El problema era que el país estaba dividido en feudos controlados por los señores de la guerra que sobrevivían gracias a las actividades delictivas que llevaban a cabo, en especial, el tráfico de opio.

En 1990 la ineficaz estrategia que la Administración Bush estaba llevando a cabo en Afganistán, unida a la incapacidad de los muyahidines para derrocar al gobierno de Kabul, condujeron a EEUU a buscar un acuerdo con la URSS. Paquistán temeroso de que con el acuerdo pudiese perder control, propuso a EEUU realizar una ofensiva política y militar para poner fin al conflicto. Para ello, organizó una poderosa fuerza militar bajo el mando de Hekmaytar que atacó a Kabul por el sur, en complicidad con el general Shahnawaz Tanai[12], ministro de Defensa de Najibulá, que intentó llevar a cabo un golpe de estado contra su presidente. Pero el golpe de estado fracasó porque el resto de comandantes muyahidines no secundaron la operación (RUÍZ ARÉVALO, J. 2014: 94). Para contrarrestar el poder de ISI y de Hekmatyar, los muyahidines del interior de Afganistán organizaron en octubre de 1990 una shura nacional en Kunar.

En 1991 la URSS colapsó como consecuencia del fallido intento de golpe de Estado contra Gorbachov producido entre el 19 y 21 de agosto, Najibulá se quedó sin su apoyo. Estaba claro que sin este sostén Nabiluyá no tardaría en caer. El que le sucedió en el poder fue el partido Jamiat de Masud. Este estaba convencido de que tenía que llegar a un acuerdo político previo para repartir el poder entre todos los grupos. Con esta intención se firmó el 24 de abril de 1992 el Acuerdo de Peshawar, que estipulaba un gobierno en dos fases. Pero contentar a todas las partes resultaba muy complicado, por lo que resultó inviable en la práctica llevarlo a cabo, entre otras cosas porque Hekmatyar se negó a firmarlo.

Entre 1992 y 1994 los señores de la guerra, Rabbani[13] y Hekmatyar, estuvieron luchando entre sí y esto produjo un enorme desgaste del país. Es por este motivo que la llegada de los talibanes al poder fue recibida con agrado en el país afgano.

Los talibanes comenzaron a consolidarse en 1995 como fuerza hegemónica en Afganistán y en menos de un año consiguieron ocupar dos de las terceras partes del país. Finalmente, el mullah Omar tras ocupar el puesto fronterizo de Spin Boldak y un depósito de munición de Hekmatyar, tomó Kabul el 26 de septiembre de 1996 (REQUENA, P. 2011: 112). Una vez ocupada Kabul y derrocado el gobierno musulmán moderado de Rabani, los talibanes asesinaron  a Najibulah el 27 de septiembre de 1996. Para los talibanes este fue el fin de una campaña en la que habían empleado abundantes fondos para ganar apoyos. Una vez tomado Kabul, los talibanes impusieron un estado islámico regido por la sharia, violaron la inmunidad diplomática de la sede de la ONU e impusieron estrictas normas de conducta tanto a los hombres como a las mujeres, comenzaron a violar los derechos humanos, a restringir derechos a las mujeres y a asesinar a miembros de  etnias como los hazara y tayikos. En los años 1997 y 1998 los talibanes se hicieron con el control de ciudades como Mazar i Sharif, Mazar[14], y dieron refugio a Al Qaeda hasta que en 2001 EEUU atacó Afganistán[15]. sto, a pesar de que en octubre de 1999, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en su Resolución 1276 había exigido a los talibanes que dejasen de proporcionar refugio a los líderes y miembros de Al Qaeda y entregasen a Bin Laden. En vista de que los talibanes hicieron caso omiso a este petición, NNUU acabó imponiéndoles el embargo de armas, el cierre de los campos de entrenamiento controlados por Al Qaeda e incautando sus activos fuera de Afganistán. Pese a estas sanciones, los talibanes continuaron proporcionando refugio a Al Qaeda, y ésta a través de su brigada 55 continuó apoyando al ejército talibán en sus ofensivas contra la Alianza del Norte. Finalmente, en 2001 las tropas estadounidenses derrocaron al gobierno talibán y aplastaron a sus fuerzas de combate.

 

[1] Los pastunes no constituyen un grupo étnico homogéneo, pues constituyen dos grupos principales: el Durrani y el Ghilzai, de perfiles diferentes. Los Durrani en su mayor parte son gente formada y urbana, mientras que los Ghilzai forman parte de una estructura tribal muy compleja. La mayoría de los líderes de Afganistán desde 1747 hasta 1978 eran Durrani. Sin embargo, casi todos los que gobernaron durante la época soviética eran Ghilzai, excepto el régimen de Karzai que retorna a los Durrani.

[2] Según este Tratado los británicos podían controlar los asuntos extranjeros de Afganistán, los representantes británicos residirían en Kabuk y otras zonas bajo protección de los afganos y el emir les cedía varias zonas estratégicas y el control de Khyber y Michni. A cambio, el emir recibiría 60.000 libras al año y algunas garantías de ayuda en caso de agresión externa (REQUENA, P. 2011: 26).

[3] Cavagnari fue el que firmó el tratado de Gandamak con el hijo y sucesor de Sher Ali Khan, Mohammad Yaqub Khan. Con este tratado los afganos acordaron admitir a un representante británico en Kabul, y este cargo fue conferido a Cavagnari.

[4] Abdur Rahman Khan consiguió unir Afganistán tras años de luchas internas y negoció el acuerdo de Durand Line con la India Británica.

[5] La India Británica hace referencia al subcontinente indio bajo dominio británico desde 1757 hasta 1947.

[6] Mohammed Zahir Shah ocupó el trono a los 19 años de edad, de ahí que durante sus primeros veinte años de reinado estuviese bajo la tutela de sus tíos paternos.

[7] ORTÍZ ZARATE, R. (31/01/2022) Mohammad Zahir Shah. CIDOB.

[8] Daud impugnó el trazado fronterizo fijado en 1893 (línea Durand) que había supuesto la pérdida de amplios territorios para Afganistán en las actuales provincias de Punjab y Beluchistán. Infiltrando Daud tropas e instigando las tensiones secesionistas, promovió un Panchunistán independiente formado por los territorios de ambos países poblados por los pastunes.

[9] La destitución de Daud se debió a que en 1961 Daud decidió depender exclusivamente de la URSS, la cual aprovechó esta circunstancia para intentar convertir en uno de sus países satélites. A partir de ese momento la ayuda soviética militar y de productos básicos comenzó a llegar con regularidad y en grandes cantidades. Pero las condiciones de la ayuda hicieron que en 1963 el valor de las exportaciones a la URSS no llegase a cubrir la cantidad que debía pagarse por los vencimientos e intereses de la deuda.

[10] La Revolución Saur fue una revuelta comunista ocurrida en Afganistán y dirigida por el PDPA contra el gobierno de Mohammed Daud Khan, que inicialmente había sido su aliado.  El alzamiento comenzó el 27 de abril de 1978 en el aeropuerto de Kabul y en veinticuatro horas siguientes se había extendido al resto de la ciudad. Durante los días 27 y 28 de abril unidades militares irrumpieron en el palacio presidencial y con ayuda de la fuerza aérea vencieron a la guardia del presidente Daud, que murió en el ataque. El día 30 el coronel Abdul Qadir tomó el mando del país hasta el día 30, en que se lo traspasó al líder del PDPA, Nur Muhammad Taraki.

[11] Mohammad Najibulá fue el Secretario del Partido Democrático Popular de Afganistán entre 1986 y 1987 y gobernó la República de Afganistán desde 1986 a 1992.

[12] Tanai era anti muyahidín, pero hizo una alianza con el rebelde fundamentalista Gulbuddin Hekmatyar del partido Hezb e Islami Gulbuddin, porque estaba en desacuerdo con la política de Najibulah sobre el ejército, pues este estaba transfiriendo todos los privilegios del ejército a las milicias tribales, y en particular, a su guardia especial.

[13] Rabbani se apoyaba en las fuerzas de Masud y Dostum que no eran pastunes, y Hekmatyar era de la etnia pastún.

[14] REUTERS. (1/09/1997). Un estratégico aeropuerto afgano cae en poder de los talibanes. El País Internacional.

[15] QUESADA SANZ, F. (2021). La invasión soviética de Afganistán y el ascenso de los talibanes. Universidad Autónoma de Madrid.

 

4. FASES Y HECHOS

Fases

Fecha y hechos

Fase inicial

2001-2005

12/09/2001. La dimensión y naturaleza del ataque terrorista del 11 S permitieron a EEUU movilizar el más amplio apoyo internacional. Así pues, el 12 de septiembre, el Consejo de Seguridad de NNUU aprobó la Resolución 1368, autorizando el uso de la fuerza en respuesta a estos atentados.

12/09/2001. El Secretario General de la OTAN George Robertson tras una reunión de urgencia del Consejo, invocó por primera y última vez en su historia, el artículo V del Tratado del Atlántico Norte[16], considerando el ataque a EEUU como un ataque contra toda la Alianza[17].

14/09/2001. En una votación casi unánime, el Congreso de los EEUU autoriza el uso de la fuerza militar en Afganistán (WHITLOCH, C. 2022: 28).

21/09/2001. Tras considerar la OTAN que se cumplían los requisitos para aplicar la cláusula de mutua ayuda establecida en el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, decide utilizarla ante la petición de EEUU para iniciar la intervención militar en Afganistán.

28/09/2001. El Secretario General de la ONU (Kofi Annan) calificó los atentados del 11 de septiembre de 2001 como una amenaza a la paz y la seguridad internacionales y actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de NNUU decidió que los estados adoptaran todo tipo de medidas para prevenir y reprimir las actividades terroristas.

4/10/2001. Los talibanes se niegan a entregar a Bin Laden a EEUU si no presentaba pruebas de que este era el responsable de los ataques del 11 S. En cambio, decidieron entregarlo a Pakistán con el fin de que fuese juzgado ante un tribunal internacional de acuerdo a la ley islámica. Pero Paquistán declinó la oferta.

7/10/2001. Abdul Salam Zafeef, embajador de los talibanes en Pakistán, se ofreció a detener a Bin Laden y juzgarlo según la ley islámica, si EEUU presentaba pruebas de su autoría de los atentados. Pero EEUU no aceptó. Ese mismo día EEUU apoyado por el Reino Unido empezó la operación Libertad Duradera (REQUENA, P. 2011:145). La misión comenzó con una serie de ataques aéreos contra objetivos de Al Qaeda y los talibanes. Tras una primera fase de bombardeos aéreos, se inició una segunda fase de ofensiva terrestre, con la que la OTAN y EEUU ocuparon gran parte del territorio afgano[18]. En esta operación además de EEUU y el Reino Unido, intervinieron las fuerzas afganas antitalibán y países aliados como España, cuya participación comenzó en febrero de 2002.

Esta operación alejó a la población afgana de EEUU y de sus aliados, porque con motivo de los bombardeos murieron miles de civiles afganos y miles de inocentes fueron encarcelados en las prisiones de Bagram[19] y de Guantánamo[20].19/10/2001. Las fuerzas estadounidenses realizan la primera acción terrestre reconocida[21].

1/11/2001. Turquía, Australia y Canadá acuerdan enviar tropas a Afganistán[22].

13/11/2001. Los ataques aéreos estadounidenses y los ataques terrestres de la Alianza del Norte afgana  conducen a la caída de Kabul.

2/12/2001. En este día comienza la Conferencia de Bonn en la que participaron el Frente Unido (o Alianza del Norte)[23] y los tres grupos en el exilio (el grupo de Chipre[24], el de Roma[25] y el de Peshawar[26]). También estuvieron presentes el programa de Desarrollo de NNUU (PNUD), el Banco Mundial, y el Banco de Desarrollo Asiático, los cuales, diseñaron un programa de reconstrucción de ayuda.

5/12/2001 Firmaron el acuerdo de Bonn auspiciado por NNUU los cuatro grupos afganos[27]. El fin de este acuerdo era crear una Autoridad Provisional afgana, diseñar el proceso para la creación de una nueva Constitución y reconstruir un  estado afgano sin los talibanes. Este acuerdo presuponía un primer paso para la construcción de un Afganistán pacifico, democrático y próspero. En este momento España asume el compromiso de contribuir a la reconstrucción de Afganistán, de respaldar el proceso electoral de las primeras elecciones democráticas en 2004, al mismo  tiempo que garantiza que se hará cargo a partir de 2005  bajo el mando de la OTAN de la Base de Apoyo Avanzada de Herat y de los PRT (Equipo de Reconstrucción provincial)[28] en Badghis[29].

6/12/2001. El mullah Omar y los líderes talibanes pierden su último bastión importante al caer Kandahar y entrar las fuerzas de la oposición en la ciudad. Viendo como transcurrían los acontecimientos, Bin Laden, centenares de militantes de Al Qaeda y varios líderes talibanes, escapan a Pakistán infiltrados entre los agentes del ISI[30], aprovechando el puente aéreo que se abrió entre Kunduz e Islamabad. Esta operación se realizó a petición de Pervez Musharraf[31], quién la solicitó al presidente Bush, con el fin de  extraer de Afganistán a algunos de sus agentes del ISI. Como Pakistán había decidido convertirse en el nuevo aliado de EEUU, al presidente George Bush no le interesaba perjudicarlo para que le apoyase en su lucha contra Al Qaeda (RASHID. A, 2010: 220).

16/12/2001. El presidente español José María Aznar anuncia el envío de tropas a Afganistán para realizar tareas humanitarias en Kabul y sus alrededores.

20/12/2001. El Consejo de Seguridad de NNUU aprueba por unanimidad el despliegue en Afganistán de la ISAF[32], conforme a lo previsto en el Acuerdo de Bonn, cuyo objetivo era garantizar la seguridad del nuevo gobierno interino y el orden en Kabul y sus alrededores[33].

22/12/2001. Hamid Karzai es juramentado como jefe de un gobierno interino de poder compartido.

27/12/2001. El Consejo de Ministros español autoriza que España participe en la ISAF.

31/12/2001. El Reino Unido, que dirigía las operaciones de la ISAF, firma con el Gobierno provisional un acuerdo técnico militar en el que se regula el estatuto de la ISAF. Este acuerdo es aceptado el 10 de enero de 2002 por los estados de las fuerzas internacionales involucrados, incluida España.

21/01/2002. Comienza la Conferencia de Tokio, cuyo objetivo es recaudar fondos para la reconstrucción de Afganistán y para ayuda humanitaria durante los años 2002 y 2003. En la Conferencia participaron 61 países y 21 organismos internacionales, que se comprometieron a donar 4.500 millones de dólares a Afganistán. De estos, 1.800 dólares debían ser desembolsados durante el 2002 (BERNABÉ, M. 2012:67). A cambio Hamid Karzai tenía que aceptar unas condiciones, como el comprometerse a acabar con el cultivo y comercio de drogas en su país, promover la igualdad entre los hombres y las mujeres, y acabar con la corrupción administrativa.

También en enero de 2002 la comunidad internacional acordó un plan para crear el nuevo Ejército Nacional Afgano. EEUU, la ISAF y España aportaron instructores que se dedicaron al adiestramiento de las unidades del nuevo Ejército Nacional Afgano.

25/01/2002. Llegó a Afganistán la agrupación ASPFOR I[34], compuesta por un contingente militar de 442 militares, por una unidad de ingenieros, una unidad dedicada a  desactivación de explosivos y otra para apoyar el despliegue. Además de este contingente militar, España en los tres últimos meses de 2002 aportó 60 millones de dólares en programas agrícolas, humanitarios, ambientales, y dedicados a infraestructuras del transporte, además de 12 millones en un crédito no reembolsable. La cifra con los años fue creciendo hasta alcanzar los 4.000 millones de euros, más los 500 millones dedicados a cooperación[35].

2/03/2002. Las fuerzas estadounidenses y afganas lanzan una ofensiva contra las fuerzas talibanes y de Al Qaeda atrincheradas en las montañas de Shahi Kot. Tras este combate los combatientes de Al Qaeda se refugiaron bajo la protección de las áreas tribales paquistaníes, donde recuperaron su fuerza y comenzaron a realizar incursiones transfronterizas contra las fuerzas de la coalición liderada por EEUU.

13/06/2002. Tras la caída del régimen talibán, se celebró una loya jirga de emergencia. La loya jirga es una asamblea en la que participan los pastunes y otros dirigentes tribales o regionales, funcionarios del gobierno, miembros de la realeza, y en las que las decisiones se adoptan por consenso. En este caso se convocó una loya jirga para elegir una Administración de transición afgana. Fue durante esta loya jirga de emergencia cuando Hamid Karzai fue confirmado Presidente de la Administración afgana por dos años.

8/08/2003. La OTAN asume la dirección de la ISAF, y a partir de ese momento NNUU a través de la Resolución1510 del Consejo de Seguridad, permite a la ISAF ampliar su ámbito territorial fuera de Kabul[36]. Esta ampliación del ámbito territorial de la ISAF no supuso el fin de la operación Libertad Duradera, pues  ambas coexistieron en el tiempo[37].

8/08/2003. La OTAN asume  el mando de forma definitiva de la ISAF[38] a solicitud de Alemania y Holanda, y proporciona 4.700 efectivos militares al mando del teniente general alemán Goetz Gliemeroth como comandante de la ISAF. Mientras tanto en el sur de Afganistán España continúa participando en la Operación Libertad Duradera, prestando apoyo médico y con un avión C 130 Hércules, un avión P -3 de vigilancia marítima y con el envío de una fragata al Océano Indico occidental[39]

15/12/2003. Se convoca otra loya jirga para redactar una nueva Constitución, en la que proporcionar entrada tanto a la primacía de la ley civil como a la condición de la república islámica. El texto deberá ser aprobado por el representante especial de EEUU.

4/01/2004. Se aprueba la nueva Constitución, no sin antes haber intentado los señores de la guerra negociar algunas enmiendas como el suprimir la referencia a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el subordinar las leyes a la Sharia,

2/07/2004. El Gobierno español con la aprobación del Congreso decidió aumentar el número de tropas españolas hasta un máximo de 540 efectivos para atender un hospital de campaña en Kabul. Además de este contingente estable, España incrementó sus tropas con otros nuevos 500 efectivos, cuyo objetivo era garantizar la seguridad del país durante las elecciones presidenciales de 2004 y las legislativas de 200[40].

17/08/2004. Setenta militares españoles de los ejércitos de tierra y aire parten hacia Kabul y Mazir e Sharif[41], adelantándose a los 500 efectivos que llegan escalonadamente a Afganistán para reforzar la seguridad en las elecciones que se celebrarán el 9 de octubre. Una vez conocidos el 5 de diciembre los resultados de la consulta electoral, este contingente comenzó a replegarse.

9/10/2004. Se celebran las elecciones presidenciales y sale vencedor Hamid Karzai, aunque se vio obligado a incorporar a su gobierno a algunos de sus rivales políticos.

18/05/2005. Con la ampliación del despliegue de la ISAF en Afganistán, España asume el mando de la Base de Apoyo Avanzada en Herat[42], en donde se responsabiliza de la instrucción de las fuerzas armadas y de las fuerzas de seguridad afganas y desde donde presta apoyo a cuatro Equipos de Reconstrucción Provincial (PRT) en la región oeste. En Herat España cuenta no solo con una unidad de evacuación médica aérea y un hospital de campaña Role 2E[43], sino con dos equipos de zapadores, un avión para el transporte y helicópteros de apoyo de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra.

19/08/2005. España se hizo cargo del PRT[44] de Badghis, asumiendo la responsabilidad de este en su capital Qala e Naw. Es a partir de este momento cuando el personal de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) comienza a realizar sus primeros trabajos en la zona de la mano del Grupo Tragsa, un componente civil que colabora con la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) en varios proyectos de reconstrucción. Por su parte, el componente militar cuenta con equipos CIMIC (Civil Military Cooperation)[45] con el fin de satisfacer las necesidades urgentes de la población civil mediante proyectos de impacto rápido[46]. Todas las actividades tanto civiles como militares, realizadas por el contingente español en la provincia de Badghis debían ser consensuadas con las autoridades afganas con el fin de atender a las necesidades más inminentes[47].

18/09/2005. Se celebran las primeras elecciones legislativas afganas en Kabul con normalidad, aunque seis meses después de lo previsto. Según Karzai este retraso se debió a problemas técnicos[48]. En este día Karzai se propone un nuevo reto y es demostrar quién manda en el país, pues Afganistán en este momento se encuentra cautivo del protectorado de EEUU y de los señores de la guerra[49].

31/12/2005. Comienza la Conferencia de Londres, en la que España junto al resto de países de la comunidad internacional, se comprometen a cooperar para que el pueblo afgano pueda vivir con seguridad y regido por un gobierno que defienda los derechos humanos. España se compromete además a aportar 150 millones de dólares más entre los años 2006 y 2010 para el desarrollo de Afganistán[50]. Pues como estado miembro de la UE es responsable junto a los otros estados miembros del pago de  un tercio del total de la ayuda.

Fase de escalada

2006-2021

 

28/07/2006. La OTAN aprobó la expansión de la ISAF al sur de Afganistán y se hizo cargo del control de esta región dominada tradicionalmente por los talibanes y los narcotraficantes. Este traspaso del control de EEUU a la OTAN coincidió con un incremento de la violencia en el sur del país.

2/09/2006. La OTAN puso en marcha la Operación Medusa en el sur con la intención de acabar con los reductos talibanes en Panjwai y poner bajo su control las proximidades de Kandahar. En esta operación participaron las tropas de la ISAF y del ejército afgano. Pese a que murieron más de 200 talibanes, los esfuerzos de la ISAF se vieron frustrados por un lado, porque fueron objeto de fuertes ataques y  por otro lado, debido a la campaña de intimidación que los talibanes realizaron con los cooperantes de las fuerzas internacionales.

7/10/2007. El gobierno afgano comenzó a ejecutar a los talibanes prisioneros, a pesar de que tres años antes la AIHRC  había solicitado una moratoria en el cumplimiento de las condenas a muerte en Afganistán.

29/07/2008. El secretario general de Política de Defensa español viajó a Kabul para firmar un acuerdo con Karzai, por el que España invertiría 14,5 millones de euros en formar a un batallón del ejército afgano y al equipamiento con armamento y vehículos con el fin de que una de sus cuatro unidades se desplegara en Badghis (BERNABÉ, M. 2012:282).

20/01/2009. Barak Obama es elegido Presidente de los EEUU acuerda enviar a inicios de 2010 un contingente de 3000 nuevos soldados a Afganistán y se compromete a que dentro de 18 meses las tropas estadounidenses comiencen a volver a EEUU. Barak Obama al tomar posesión del cargo, anunció que cambiaría la estrategia militar empleada por Bush, pero su estrategia militar tampoco dio un buen resultado.

27/03/2009. Barak Obama anuncia la nueva estrategia  a utilizar en Afganistán y Pakistán. Esta estrategia consistía en aumentar en 27.000 el número de soldados estadounidenses en Afganistán antes del 20 de agosto de 2009. Estos efectivos formarían parte de la ISAF y se desplegarían en las provincias de Kandahar y  Helmand. EEUU además de poner esfuerzo en el desarrollo de Afganistán, destinó decenas de millones de euros anuales a Pakistán donde se refugiaban loa talibanes.

3/09/2009. En el combate de Sabzak el contingente español adscrito a las fuerzas de la OTAN se enfrenta a las fuerzas talibanes y a las milicias tayikas. Tras seis horas de intensa lucha los talibanes y sus aliados se retiran a Marghozar.

1/12/2009. El gobierno de EEUU solicita a la OTAN que envíe 10000 soldados más, además de los 30000 que se comprometió a desplegar en 2010. Por su parte, el Reino Unido y España se comprometen a enviar 500 nuevos efectivos cada uno.

28/01/2010. Se celebra en Londres la Conferencia Internacional de Afganistán, en la que se abordan temas relacionados con la seguridad, con la gobernación y el desarrollo, y sobre la implicación de los países de la región y de la comunidad internacional en la reconstrucción. Durante la Conferencia el presidente Karzai anunció que en julio se convocaría una Loya Jirga de la paz. Los participantes apoyaron esta propuesta y acordaron establecer un foro de inversión para la Paz y la Reintegración con el fin de financiar los planes del presidente afgano. Los países participantes debatieron también sobre si otorgar o no un papel a los talibanes en el futuro gobierno, con el fin de lograr la reconciliación nacional y la paz. Las condiciones que se impusieron a los talibanes era que renegasen de la violencia, se desvinculasen de Al Qaeda y de las demás organizaciones yihadistas, y respetasen la Constitución afgana. Pero los talibanes rechazaron la proposición de paz. Durante esta Conferencia los países participantes pusieron por primera vez sobre la mesa negociar con los talibanes.

17/02/2010. La Ministra de Defensa de España, Carma Chacón, solicita a la Cámara de los Diputados la autorización para enviar 40 guardias civiles para que instruyesen a las fuerzas de la policía afgana y un efectivo de 511 nuevos soldados a Afganistán con la finalidad de proporcionar asesoramiento, protección y apoyo logístico[51]. También pidió autorización para enviar un contingente de refuerzo de los cuarteles generales de la ISAF. Todos los partidos excepto IU apoyaron el nuevo incremento de un 50% de los efectivos que España tenía en ese momento en esta misión, además del incremento de 100 millones de euros anuales.

19/02/2010. El gobierno español ordena que los 511 efectivos, un contingente de refuerzo de los cuarteles generales de la ISAF y cuarenta efectivos de la Guardia Civil marchen a Afganistán.

20/09/2010. Karzai anuncia la creación de un Consejo Superior de la Paz. Este era  un organismo compuesto por unas setenta personas responsabilizadas de negociar con los talibanes.

9/09/2012. Entre el 9 y el 12 de septiembre se desarrolló con gran éxito la Operación Ontur, cuyo objetivo era reducir a la insurgencia en el área de Galleh Chaghar en la provincia de Badghis. En la operación intervinieron soldados españoles y militares afganos de uno de los batallones que fueron instruidos por las tropas españolas.

El 29/08/2012. Comienza la misión Estaca en la que interviene España junto con Italia y EEUU. El objetivo de esta operación era tomar dos posiciones que eran clave para proteger la ruta Lithium ocupada por los insurgentes. Pues así, el gobierno afgano podría controlar la provincia de Badghis, una vez que en 2014 se hubiesen retirado las fuerzas de la coalición internacional OTAN-ISAF. Tras un encarnizado combate, los militares españoles consiguieron tomar las posiciones que se les había asignado y replegarse con éxito[52].

24/01/2013. España ejecutó la Operación Bold en la que  la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable se enfrentó en una lucha encarnizada a los talibanes  en el  valle del Garmak. Uno de los objetivos de la operación era mantener la situación de seguridad para que se pudiera llevar a cabo el repliegue desde los dos puestos avanzados de combate que mantenían las tropas españolas en el interior de la provincia, con el fin de que estos pasasen a manos del ejército afgano y las tropas españolas pudiesen regresar a Qala i Naw.

4/02/2013. Comienza la Operación Grey Beret, cuyo objetivo era eliminar el reducto talibán de Chacablé, al norte de Baghdis. Esta fue la última misión de combate realizada por las tropas españolas en Afganistán.

18/06/2013. El gobierno afgano asumió la tarea de garantizar la seguridad interna al traspasarse a las fuerzas militares y policiales del país el control de los distritos que estaban en manos de la OTAN desde 2001.

5/04/2014. Se celebraron elecciones presidenciales y resultó vencedor Abdullah Abdullah (ex ministro de exteriores). Sin embargo, fue necesaria una segunda vuelta en la que se enfrentó a Ashraf Ghani, con el fin de decidir quién sería el nuevo presidente. En la segunda vuelta celebrada en junio, se acusó a Abdullah de fraude, por lo que, se llegó a un acuerdo para que Ghani fuese el Presidente del país y Abdullah fuese el Primer ministro.

28/12/2014. Barak Obama dio por finalizada la misión de la ISAF-OTAN en Afganistán, aunque se comprometió a que las fuerzas estadounidenses permaneciesen dos años más en el país asesorando y participando en determinadas misiones de combate.

31/12/2014. Finaliza la misión de la ISAF y comienza la Misión Resolute Support (Apoyo Decidido) de la OTAN.

1/01/2015. La Operación se limitará a entrenar, asesorar a las fuerzas afganas y a ayudar a los funcionarios de seguridad a combatir el terrorismo.

26/01/2015. El Estado Islámico anuncia oficialmente su aparición en Afganistán a través de su uilaya (filial) Estado Islámico del Gran Jorasán, cuya actividad en este país, no solo complicó la guerra, sino que hizo que en enero de 2016 la Casablanca aprobase nuevas reglas de combate por las que autorizaba al Pentágono a atacar al EI y a los reductos de Al Qaeda en Afganistán.

21/08/2017. Siendo presidente de los EEUU Donald Trump, y tras haber revisado la estrategia militar empleada hasta ese momento en Afganistán, decidió enviar más tropas, aumentar el contingente sin límite de tiempo, ampliar las operaciones militares en el país, e intensificar los ataques aéreos, pues pensaba que recrudeciéndolos los talibanes se sentarían a negociar, pero no fue así[53].

28/05/2018. El Mando Conjunto de Operaciones Especiales, asume la responsabilidad del despliegue operativo de la Misión Resolute Support. Esta no interviene en operaciones de combate, sino que se dedica a proporcionar entrenamiento, asesoramiento y asistencia a las Fuerzas Nacionales de Defensa y Seguridad Afganas, y a cooperar en los Cuarteles Generales en Kabul en las tareas de Estado Mayor y en velar por la seguridad del personal desplegado.

29/02/2020. EEUU y los talibanes firmaron un acuerdo para comenzar la total retirada de las tropas extranjeras en Afganistán antes de 14 meses, siempre que los talibanes se comprometiesen no acceder a que el territorio que controlaban fuese utilizado como refugio de los terroristas de Al Qaeda y del EI, y liberasen a un millar de prisioneros afganos que tenían en su poder. También se instituyó que los talibanes y el gobierno afgano emprendiesen unas negociaciones que desembocasen en el alto al fuego, en un acuerdo sobre el futuro del país, y que el gobierno de Kabul liberase a 5000 presos talibanes y los talibanes a su vez, a 1000 funcionarios del gobierno afgano que tienen en su poder.

12/09/2020. Tras haberse puesto de acuerdo en iniciar las conversaciones de paz, el gobierno afgano y los talibanes decidieron reunirse en Doha, con la participación del ejecutivo de EEUU. Una de las condiciones que se habían impuesto para sentarse a negociar había sido la excarcelación de los 5000 talibanes, la liberación de los 1000 afganos y la retirada de los 5000 militares estadounidenses como habían acordado en febrero de este mismo año EEUU y los talibanes. Al ir postergando el gobierno la liberación de los talibanes, las conversaciones se fueron retrasando, hasta que finalmente decidieron comenzar a liberarlos. A pesar de todo, el acuerdo no era fácil que cuajase debido a que el cese del fuego no se estaba cumpliendo, pues en los últimos meses la violencia se había intensificado. Esto motivó que la desconfianza entre las partes creciese.

14/04/2021. Viendo que las negociaciones no avanzaban el presidente de EEUU, Joe Biden, se comprometió a la retirada incondicional y completa de las fuerzas de EEUU, a la que se sumó la OTAN.

13/05/2021. Tras 19 años de misión, el último contingente de tropas españolas desplegadas en Afganistán regresaba a España. Estos efectivos estaban compuestos por  24 militares y dos intérpretes nacionales que permanecían en el país integrados en la Misión Resolute Support de la OTAN. La salida de las tropas españolas se  realizó de acuerdo a un plan elaborado en conformidad con EEUU y el resto de las naciones participantes en dicha misión.

15/08/2021. Los talibanes tomaron el control de Kabul poniendo fin a una fuerte ofensiva en la que habían logrado controlar en tan solo diez días las capitales de 33 provincias afganas. Con la conquista de Kabul la evacuación de los civiles se convirtió en una de las prioridades de las potencias internacionales desplegadas en el país, entre ellas, España.

27/08/2021. Se produjo un atentado,  reivindicado por el Estado Islámico, en el aeropuerto de Kabul. Este ataque originó que varios países de la coalición, entre ellos España, decidiesen evacuaran rápidamente sus embajadas y adelantar su retirada. España este día realizó la evacuación de los últimos 81 españoles que permanecían en Afganistán[54].

1/09/2021. El último avión militar de EEUU con 400 evacuados abandonaba Afganistán, y tras hacer escala en la base de Rota continuó vuelo hacia EEUU. Mientras tanto, el Reino Unido mantenía conversaciones con los talibanes en Qatar, al objeto de que los ciudadanos británicos y afganos que habían trabajado para el Reino Unido pudiesen salir sin problemas durante las horas siguientes de Afganistán.

8/09/2021. El Ministerio del Interior afgano, actualmente en manos de los talibanes, emitió una orden en la que prohibía todas las manifestaciones y reuniones en Afganistán.

22/08/2021. España despliega un equipo de operaciones especiales perteneciente al Mando de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra, cuyo objetivo era apoyar la seguridad del aeropuerto de Kabul para poder evacuar a los españoles que aún permanecían en Kabul, a los traductores y colaboradores de las tropas españolas que durante casi veinte años han estado desplegadas en Afganistán.

11/09/2021. Los talibanes presentan oficialmente su gobierno. A partir de este momento imponen la Sharia en el país, lo que conlleva no solo una violación de los derechos humanos, sino un endurecimiento de las restricciones contra las mujeres.

Fase de posconflicto

2022

14/01/2022. Ante la persistente situación de hambruna en la que se encuentra el pueblo afgano, se han reunido virtualmente el coordinador humanitario de la ONU y el director de la Cruz Roja con el Secretario de Estado de EEUU, con el fin de evitar el colapso de la economía y el desastre humanitario en Afganistán. El propósito de la reunión es establecer unos mecanismos que permitan la inyección efectiva de fondos en la economía afgana, y que a su vez, generen las condiciones para que el sistema financiero del país pueda operar con la moneda local.

21/01/2022. La UE decide restablecer una presencia mínima y permanente de su personal en Kabul, al objeto de facilitar la entrega de ayuda humanitaria al país y de supervisar como se lleva a cabo.

24/01/2022. Los talibanes comienzan conversaciones con las delegaciones occidentales, para convencerlas de que liberen casi 9.000 millones de euros congelados que tienen en el extranjero, destinados a atender la situación humanitaria en que se encuentra el país, la cual no ha dejado de deteriorarse desde que los talibanes llegaron al poder y se ha detenido la ayuda humanitaria internacional.

13/02/2022. Una delegación talibán viaja a Qatar para reunirse con los representantes de la UE, de los países del Golfo Pérsico y con algunos diplomáticos que operan en Doha. El origen de la reunión era pedir a los representantes europeos que cooperaran en el ámbito de los servicios de internet para que los estudiantes afganos tuvieran acceso a los cursos en línea. A su vez, esta delegación se reunió con altos cargos de Qatar para tratar sobre la situación humanitaria y la concesión de becas a estudiantes afganos. La delegación ha pedido a la comunidad internacional que extienda la asistencia para el desarrollo y la asistencia humanitaria con el fin de mejorar la situación económica del país.

15/02/2022. Las autoridades de los talibanes afganos han anunciado que podrían cambiar su política hacia EEUU, si Washington deja de retener los fondos congelados al Banco Central afgano. Haciendo caso omiso a esta declaración, el Presidente Joe Biden ha ordenado la descongelación de aproximadamente unos 3.500 millones de euros en activos concebidos para un fondo encaminado a los litigios en curso sobre las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001. A pesar de que los talibanes llevan exigiendo esos fondos desde el 15 de agosto de 2021, hay un grupo de familiares de las víctimas del 11 S que solicitan a la Administración Biden que continúe embargando esos activos. No obstante, algunas de las familias afectadas recomiendan que esos fondos sean destinados a la recuperación de la población civil afgana. Por su parte, el Banco Central de Afganistán ha rechazado la decisión de EEUU de apropiarse de los fondos para redestinarlos a los litigios judiciales de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

 

[16] El artículo V del Tratado del Atlántico Norte establece que “las Partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas, que tenga lugar en Europa o en América del Norte, será considerado como un ataque dirigido contra todas ellas”. En consecuencia, se acuerda que si tal ataque se produce como sucedió en el caso de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra EEUU, cada uno de los estados miembros de la OTAN, “en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva reconocido por el artículo 51 de la Carta de NNUU, ayudará a la Parte o Partes atacadas, adoptando seguidamente, de forma individual y de acuerdo con las otras Partes, las medidas que juzgue necesarias, incluso, el empleo de la fuerza armada, para restablecer la seguridad en la zona del Atlántico Norte”.

[17] VELASCO IGLESIAS, A J. (2002).  La respuesta internacional ante los ataques terroristas contra Estados Unidos. Dialnet, p. 1.

[18] Tanto EEUU como el Reino Unido justificaron la guerra basándose en el derecho a la legítima defensa reconocida en el artículo 51 de la Carta de NNUU.

[19] Bagram era un centro  de detención que EEUU tenía en Afganistán desde el inicio de la guerra en 2001, en el que recluía a sospechosos de haber cometido actos terroristas. EEUU lleva a Bagram Collection Point a los prisioneros que capturaba en Afganistán o Pakistán, los interrogaba y examinaba antes de su posible traslado al centro de detención de Guantánamo. En estos dos lugares Bush dio la orden de que no se aplicasen las normas internacionales de la guerra, por lo que, los militares estadounidenses podían saltarse esas reglas en los interrogatorios. Además, como las convenciones de Ginebra existían solo para los prisioneros de guerra y no para los terroristas. no había que aplicarlas con ellos.

[20] EL PAÍS INTERNACIONAL. (25/04/2011). 160 reclusos inocentes o poco peligrosos. https://elpais.com>Pakistán.

[21] CNN. (1/07/2021).Historia y datos sobre la Operación Libertad Duradera en Afganistán.

[22] IBIDEM. (1/07/2021) Historia y datos sobre la Operación Libertad Duradera en Afganistán.

[23] El Frente Unido es una coalición de facciones militares guerrilleras muyahidín, cuyo objetivo común era derrocar al régimen talibán que gobernaba en Afganistán. Esta coalición multiétnica estaba formada por tayikos, uzbekos y hazaras.

[24] El grupo de Chipre  estaba respaldado por Irán.

[25] El grupo de Roma integrado por partidarios el anterior rey Mohamed Zahir Shah.

[26] Grupo de Peshawar formado por exiliados en Afganistán.

[27] NNUU  S/2001/1154.

[28] A pesar de que el PTR es una base militar, se debe establecer una diferenciación de funciones en el caso de España entre lo correspondiente a los trabajos del contingente civil y a los del militar. El PRT es una herramienta política de la comunidad internacional que tiene un componente militar y otro civil. La parte militar se encarga de proporcionar la seguridad necesaria para que se puedan realizar los trabajos reconstrucción y desarrollo y de otorgar estabilidad a la provincia. Los contactos políticos los desarrolla la parte civil.

[29] HERRERA, E. (19/08/2021). Hablan españoles que pasaron por Afganistán los últimos 20 años: “Se veía venir, pero el dolor es enorme”  ElDiario.es.

[30] ISI es el Servicio de Inteligencia paquistaní.

[31] Musharraf era entonces presidente de la República y jefe del gobierno militar paquistaní.

[32] El CS de NNUU aprobó por unanimidad el despliegue de  la ISAF, con la Resolución 1386 de 20 de diciembre de 2001. La función de la ISAF es asistir a la autoridad afgana interina en el mantenimiento de la seguridad en Kabul y sus alrededores. El contingente de NNUU podrá tomar todas las medidas necesarias, incluso la fuerza, para cumplir con su mandato.

[33] En principio la misión de la ISAF duraría seis meses y el Reino Unido dirigiría las operaciones. EEUU no participaría en esta fuerza, pero en caso de que surgiese algún problema o conflicto, asumiría el mando e incluso, se encargará de coordinar la evacuación.

[34] ASPFOR I son las Fuerzas españolas en Afganistán.

[35] GALAUP, L. “Los papeles de EEUU sobre España en Afganistán: del apoyo total de Aznar a la presión de Zapatero para aumentar tropas”  ElDiario.es. 18/08/2021.

[36] Era muy importante expandir las fuerzas de la OTAN por las provincias para ayudar a estabilizar el país, mejorar su gobernabilidad y enviar un mensaje a los talibanes.

[37] Por un lado, estaba el mando conjunto OTAN-ISAF cuya función era ofrecer seguridad, realizar tareas de reconstrucción y proteger la retaguardia de la operación Libertad Duradera; y por otro lado, la coalición encabezada por EEUU que se encargaba de la Operación Libertad Duradera como operación ofensiva.

[38] La operación de la ISAF estaba estructurada a través del PRT  (Provincial Reconstruction Team), Equipo de Reconstrucción Provincial. Los PRT constan como en el caso de España, de un componente militar y otro civil, y es el medio que se consideró más apropiado para conseguir la estabilidad del país a través de un proceso de reconstrucción económico y social y favoreciendo a su vez, el establecimiento de estructuras de gobierno en las diferentes provincias. Ayudan al gobierno a extender su autoridad en las provincias y facilitan su desarrollo en un ambiente de seguridad (REQUENA, P. 2011: 164).

[39] EFE. (20/06/2003). El Gobierno prorroga la presencia española en Afganistán hasta fin de año, aunque reduce efectivos.

[40] EFE (MADRID).  (11/09/2009). Afganistán se convierte en la misión militar en el exterior más numerosa. La Vanguardia.

[41] Cortes Generales. Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados. VIII Legislatura. Año 2007, nº 795. 28 de marzo de 2007.

[42] En la base de Herat además de España había desplegados efectivos de Italia, Eslovenia, Albania y Bulgaria.

[43] Los hospitales Role2E son hospitales de campaña en los que se realizan intervenciones quirúrgicas para heridos en combate que requieren un tratamiento inicial de control de daños, es decir, “cirugía de carácter  estabilizador que permite el traslado del paciente, si fuese necesario, a otro Role de mayor entidad y con mayor capacidad de hospitalización, tanto en estancia normal como en UCI para practicarle una cirugía definitiva. Además de practicar la cirugía de control de daños, se realizan todo tipo de exploraciones para valorar la gravedad del paciente (Rayos X y TAC) y se realizan consultas de atención primaria. En casos puntuales se atiende a la población civil cuando padece patologías importantes y los médicos, en este caso afganos, solicitan ayuda.

[44] Los PRT son equipos compuestos de elementos civiles y militares capaces de actuar en zonas de inestabilidad para proporcionarles seguridad a través de su componente militar y reconstruirlas con los instrumentos de desarrollo y la diplomacia. Su objetivo es proporcionar estabilidad a la zona en la que actúan combinando todos sus elementos parciales.

[45] CIMIC es el batallón Cívico militar del ejército de tierra.

[46] La entrega de las ayudas se efectúa a través de los equipos CIMIC, pero sus miembros deben reunirse con las autoridades locales en las Jefaturas Provinciales, con los miembros de la shura o se desplazan acompañando a la fuerza para conocer cuáles son las necesidades urgentes de la población y seleccionar los proyectos conjuntamente. Entre los proyectos destacan: la construcción y reparación de pozos, la entrega de ayuda humanitaria durante las inundaciones, la entrega de alimentos a las viudas y la entrega de material escolar a los colegios. Los proyectos CIMIC, tanto por el objetivo humanitario que persiguen como por la contratación de mano de obra local que se emplea en la ejecución de los proyectos y las compras en las zonas de despliegue, los proyectos CIMIC son un instrumento de acción muy eficaz en manos de los PRT.

[47] AECID. /25/05/2008). Informe de Afganistán.  MAEC. Madrid, p. 2.

[48] ABC INTERNACIONAL. (21/03/2005). Kharzai convoca las primeras legislativas afganas para el 18 de septiembre.

[49] LEE ANDERSON, J. (18/09/2005). Ser presidente en Afganistán. El País.

[50] NEWS AND PRESS RELEASE. (19/02/2009). España mantiene su firme compromiso de cooperación para el desarrollo con Afganistán. Reliefweb.

[51] España invirtió en grandes proyectos tanto militares como civiles en Afganistán. En Herat los militares trabajaron en la ampliación del aeropuerto internacional. En Qala i Naw construyeron una base militar, que fue inaugurada en 2010 para acoger a un batallón afgano. Su acuartelamiento costó 14.5 millones de euros.

[52] ARALUCE, G. (8/07/2019).Operación Estaca: la actuación del `paraca´Mayoral´ en Afganistán por la que fue condecorado. El Español.

[53] RTVE.ES/EFE. (22/08/2017). Afganistán celebra el aumento de tropas de EEUU.

[54] Los 81 españoles que aún permanecían en Afganistán eran personal de la embajada y militares del Ejército de Tierra y del Aire y algunos colaboradores afganos de España.

 

5. ACTORES

ACTORACCIONESPLANES
RusiaDurante la escalada del conflicto la postura rusa se ha limitado a reducir la actuación talibán al territorio afgano y a mantener un papel de mediador[55]. Además, de facilitar a las fuerzas de la coalición el tránsito de los recursos que necesitaba la ISAF a través de territorio ruso, tanto por vía terrestre como aérea. De esta forma la ISAF pudo contar con una ruta de abastecimiento complementaria a la de Paquistán, e incluso, cuando este país cerró su territorio al tránsito de recursos de la ISAF.

Rusia el 5 y 6 de febrero de 2019 organizó un encuentro entre una delegación de políticos y personalidades influyentes de Afganistán, encabezada por Hamid Karzi. Al final de la reunión, Zamir Kalutov, enviado especial de Rusia a Afganistán, anunció que su país estaba dispuesto a ayudar a EEUU, en las negociaciones de paz con los talibanes en Afganistán. Estas negociaciones, entre el representante de EEUU para Afganistán, Zalmay Khalilzad y los talibanes,  comenzaron en noviembre de 2019 en Qatar[56]. Moscú ha estado además ayudando a los talibán no solo a través de la  diplomacia, sino con fondos, con armas rusas y seguramente con la inteligencia. Pues uno de sus intereses es contrarrestar el poderío de EEUU en regiones que considera dentro de su esfera de influencia: Asia del Sur, Medio Oriente y Europa del Este.

Rusia mantiene abierta su misión diplomática e intenta mantener buenas relaciones con los talibán.

Rusia aún no ha reconocido a los talibán como gobernantes de Afganistán, pero lo hará en función de su gestión. De ahí, que haya preferido continuar sin eliminarlos de su lista de terroristas a la espera de que cumplan su compromiso de restaurar el orden, de combatir el terrorismo, frenar el tráfico de drogas y garantizar la seguridad de las repúblicas ex soviéticas que comparten frontera con Afganistán.

Rusia quiere volver a ser un actor principal en el tablero de Asia central. De ahí, que en 2016 haya mejorado su relación con los talibanes. Para conseguir ser un actor principal en Asia Central necesita frenar el avance del Estado Islámico en Afganistán y Paquistán y evitar que llegue a cruzar sus fronteras Es por esto, que Putin ha considerado retomar su influencia en la región de Asia Central y en particular, en Afganistán[57]. Además, Rusia considera que los talibanes son una fuerza política a la que hay que tener en cuenta para que Afganistán no se convierta en un refugio seguro para los yihadistas de la región del Cáucaso y en especial, del EI. Es por eso, que Moscú ha decidido reconocer el poder de los talibanes, mantener relaciones y establecer contacto con este grupo para garantizar su seguridad política[58], y por lo tanto, mantener abierta su misión diplomática.

Rusia intenta frenar el avance del Estado Islámico en Afganistán y en Paquistán para evitar que llegue a cruzar sus fronteras y que Afganistán se convierta en refugio seguro para los yihadistas de la región del Cáucaso y en especial, del EI. Es por esto, que Moscú ha decidido mantener las relaciones y entablar contactos con este grupo para garantizar así su seguridad política[59].

ChinaChina ha contribuido al desarrollo de Afganistán, pero ha adoptado un perfil bajo y no ha participado directamente en la guerra junto con EEUU y sus aliados. Esto no significa que las relaciones bilaterales con Afganistán no se desarrollaran. De hecho, en 2006 se firmó el Tratado de Buena Vecindad, Amistad y Cooperación. Pero a la vez que mantenía relaciones con el gobierno afgano, China también las sostenía con los talibanes[60].

A China lo que siempre le ha preocupado y más aún desde que EEUU retiró sus tropas de Afganistán es la estabilidad de este país en cuanto que puede afectar a su seguridad. Pues la región autónoma de Xinjian comparte 76 kilómetros de frontera con Afganistán, donde existe una estrecha conexión entre MITO (el Movimiento Islámico del Turquestán Oriental), los talibanes y Al Qaeda.

China teme que Afganistán vuelva a convertirse en santuario del terrorismo yihadista y de grupos terroristas islamistas como los uigures[61].

Aunque China no ha participado en operaciones de la ISAF durante su actuación en Afganistán, desde que firmó en 2012 unos acuerdos de cooperación en el ámbito de la seguridad, ha proporcionado formación en territorio chino al personal de las ANSF, tanto en el ámbito militar como policial.

China también aportó durante la crisis millones de dólares a Afganistán para su desarrollo.

 

China considera positivo que EEUU se haya marchado de Afganistán, pero preferiría que los talibanes hubiesen llegado a acuerdos para alcanzar el poder. Pues la estabilidad es su mayor prioridad, ya que un Afganistán gobernado por los talibanes y sumido en el caos, podría desestabilizar a toda la región y convertir a Afganistán en un refugio seguro de los grupos uigures y el Partido Islámico del Turquestán y de grupos yihadistas como Al Qaeda y el EI, lo cual, no solo puede afectar a los intereses chinos en relación a la insurgencia islámica uigur en Xinjiang, sino también a sus intereses económicos en Baluchistán. No obstante la preocupación de China ante la amenaza terrorista se extiende no solo a los uigures, sino también al grupo Tehreek Talibán Paquistán y en algunas zonas de Pakistán, que desde la frontera afgana atentan contra los intereses extranjeros en Baluchistán, donde China opera en el puerto de Gwadar.

Si la situación se hiciese más benigna en términos de seguridad en Afganistán, China podría tener más intereses económicos en este país, pues además de contar con considerables recursos minerales es un escenario importante para los ejes de transporte a través de Eurasia.

China cuenta con intereses mineros en la mina de cobre de Aynak y proyectos energéticos en Amu Darya que durante muchos años han estado paralizados[62].

Tanto China como el gobierno afgano estaban deseando y habían mantenido conversaciones para  extender el Corredor Económico China–Pakistán hasta Afganistán, con la construcción de autopistas, trenes y oleoductos,  pero antes de canalizar nuevas inversiones económicas en Afganistán, China ha decidido esperar porque entiende que la estabilidad económica debe preceder a los nuevos compromisos económicos.

China está dispuesta a desarrollar una cooperación amistosa con Afganistán, ayudar económicamente en la reconstrucción, y con fondos destinados a la ayuda humanitaria. China puede acabar convirtiéndose en un bienhechor de Afganistán, con lo que, los talibán se muestran bien dispuestos. Pero antes China quiere asegurarse de que el nuevo régimen talibán es capaz de mantener la seguridad en Afganistán e impedir la desestabilización de los países vecinos.

PaquistánPaquistán ha jugado desde el 11 de septiembre de 2001 hasta el año 2021 un doble juego en Afganistán, con Occidente y con los talibanes al mismo tiempo. Tras la invasión de Afganistán, por un lado, Paquistán acogió durante diez años a Bin Laden tras huir de territorio afgano y cedió a los líderes talibanes espacios y recursos para ayudar en su reagrupación, e incluso, estuvo entrenando a los talibanes junto a las Fuerzas Armadas de Paquistán. Por otro lado, mantuvo un instrumental compromiso antiterrorista con EEUU en su guerra contra el terror, a la vez que cobijaba a terroristas y a los talibanes en su territorio.

Por su parte, el estamento militar paquistaní ayudó a los talibanes para evitar que Afganistán fuese gobernado por la Alianza del Norte o por los grupos no pastunes del norte, lo que en caso de haberse producido habría logrado que Paquistán se hubiese visto obligado a luchar contra la India.

En 2001 ante la presión de EEUU para que Paquistán dejase de favorecer a los talibanes y colaborase con la aniquilación de Al Qaeda, Mucharaf se comprometió a auxiliar logísticamente a EEUU en Afganistán, a detener a miembros de Al Qaeda y a impedir que los talibanes se refugiaran en Paquistán. Este compromiso no se cumplió nunca totalmente, pues Paquistán se centró más en Al Qaeda que en los talibanes. A cambio de cumplir con este acuerdo, A su vez, EEUU le garantizó que financiaría a Paquistán. De hecho, si este país ha podido subsistir desde 2002 hasta 2011, es en gran parte a la ayuda económica de EEUU, que durante todos esos años ha prestado a Paquistán para mantener su seguridad. Pero a causa de su pasividad en la lucha contra los grupos terroristas que operan dentro de sus fronteras, en septiembre de 2018 EEUU decidió suspender la ayuda militar de 300 millones a Paquistán. Esta partida salía de los Fondos de Apoyo a la Coalición un programa de reembolso a los países aliados por su respaldo a operaciones contra la insurgencia armada[63]. Anteriormente, en enero de ese año, EEUU había suspendido cerca de mil millones de dólares en ayudas al país como consecuencia de su fracaso en la lucha contra la red Haqqani. Mientras la relación con EEUU se tensaba, China abría puentes con Paquistán.

 

La vuelta al poder de los talibanes en Afganistán en agosto de 2021 provocó un nuevo acercamiento entre Islamabad y los talibanes. Acercamiento que interesa a los talibán para obtener  reconocimiento regional y en especial, por parte de Paquistán que desde 2001 les ha servido de base y de refugio. A cambio Paquistán espera que los talibanes controlen al TTP y al Estado Islámico de Khorasan, que a diferencia de los talibanes no reconoce las fronteras de los Estados actuales y puede llevar a cabo atentados en su territorio. Paquistán se enfrenta también al peligro de un colapso masivo en la economía y a una crisis humanitaria que puede desembocar en un ingreso masivo de refugiados en este país. De ahí, el interés de Paquistán en cerrar sus fronteras al flujo masivo de refugiados, y en que la comunidad internacional para que tome medidas para frenar la crisis económica y humanitaria que vive Afganistán tras la toma del poder por parte de los talibanes.

Paquistán podría demorar el reconocimiento diplomático de los talibanes hasta que estos certifiquen que el TTP y los insurgentes baluchis no usarán Afganistán como base de retaguardia para sus acciones anti pakistaníes.

 

 

IránIrán tras el derrocamiento de los talibanes en 2001 comenzó a mantener  relaciones con Afganistán, pero la prolongación de la presencia militar de EEUU y algunas fricciones condujeron los tratos bilaterales a un estado de deterioro en la relación con el presidente afgano Ghani[64].

Irán ha participado también activamente en el desarrollo de Afganistán, especialmente en la zona oeste, que siempre ha mantenido vínculos muy estrechos con Irán.  En las provincias limítrofes de Herat, Farah y Nimroz, se comercia con Irán porque es más accesible que Kabul. De hecho, es de Irán de donde procede la energía en forma de electricidad y a donde los afganos han emigrado en busca de trabajo o en busca de refugio.

Irán ha contribuido a la reconstrucción de Afganistán, financiando proyectos de transporte e infraestructuras energéticas y con miles de empresas privadas iraníes operando en el país. Además de firmar en 2002 una declaración de buena vecindad en la que se comprometió a respetar la independencia e integridad territorial de Afganistán, la Guardia Revolucionaria de Irán ha estado entrenando a algunas fuerzas de seguridad afganas. La cooperación de seguridad de los talibanes con Irán se ha basado en su hostilidad compartida hacia EEUU y el Reino Unido. A Irán y los talibanes les unen fuertes lazos como lo demuestra el que en 2018 Irán reconociese que había estado acogiendo a delegaciones de los talibanes en su país[65]. No obstante, Irán se ha esforzado por mantener también relaciones con el gobierno afgano, a pesar de sus denuncias por el apoyo prestado de forma encubierta por Irán a los insurgentes, pues hay una facción muy influyente proiraní en Afganistán.

No solo ha existido entre los ministerios de defensa de Irán y Afganistán una cooperación bilateral para luchar, a través de la Inteligencia y las fuerzas de seguridad, contra el crimen organizado y el narcotráfico, sino que han colaborado en estos ámbitos a través de la Iniciativa Triangular de lucha contra las Drogas auspiciada por NNUU.

Irán no ha reconocido a los talibanes, pero la República Islámica aprueba al restaurado emirato islámico de Afganistán. Irán celebra la victoria de los talibanes, pues considera que esta nueva situación puede convertirse en una nueva oportunidad para conseguir la paz y la seguridad. El que la embajada de Irán sea una de las pocas que permanece activa en Kabul indica que Irán mantiene con los talibán una cierta sintonía, aunque con cautelas y a condición de que no persigan a la comunidad hazara por sectarismo religioso. A pesar de todo, las relaciones de Irán con los talibanes, aunque no basadas en la ideología, son consistentes.

Porque Afganistán resulta muy importante para Irán, pues le permite asegurar su flanco oriental y controlar el flujo ilícito de armas, de estupefacientes y el paso de inmigrantes a través de sus fronteras.

Pese a su buena relación con los talibanes, Irán desea que en un futuro haya un Afganistán estable en el que no imperen los talibanes, ya que suponen una amenaza para la minoría chií afgana y sus aliados los tayikos.

 

Turkmenistán.

Uzbekistán.

Tayikistán.

Kazajstán.

La llegada de EEUU y de la coalición internacional supuso en 2001 un cambio en el escenario de estos países centroasiáticos[66]. Todas estas repúblicas de Asia Central se han beneficiado de la presencia internacional en la zona, en cuanto que ayudó a acabar con grupos islamistas como el Movimiento islámico de Uzbakistán y en cuanto que obtuvieron beneficios económicos derivados de  que las tropas de la coalición pudieron utilizar estos estados para llegar a Afganistán, evitando Irán y Paquistán. Durante los años de guerra han tenido un papel limitado, pero han sido unos aliados imprescindibles para los EEUU y la OTAN, sobre todo desde que Paquistán puso problemas al uso de su territorio como ruta de tránsito a Afganistán, especialmente, durante el repliegue de la ISAF. En vista de que por falta de donantes el ferrocarril no estaba en condiciones de servir al intercambio de mercancías con sus países vecinos, en 2012 Uzbekistán se hizo con el contrato para el mantenimiento de la línea de ferrocarril que une Hairaton con Mazar e Sharif[67]. Kirguizistán alberga el Centro de Transito de Manas, un importante punto de tráfico aéreo para las fuerzas de la coalición en su camino hacia y desde Afganistán.Estas repúblicas de Asia central son las que pueden tener la clave del futuro de Afganistán, por su proximidad geográfica, cultural y económica. Es por esto, que estos países también pueden convertirse en el centro del juego entre China, Rusia y Occidente. Es difícil encontrar proyectos que puedan producir a corto plazo grandes beneficios para Afganistán y estos países. Quizás el único sería el del gaseoducto TAPI que uniría Turkmenistán con Paquistán y la India a través de Afganistán, ofreciéndoles  beneficios económicos importantes a todos estos países.

Estas repúblicas de Asia Central temen que el gobierno de los talibanes en Afganistán les enfrente a una incertidumbre económica que suponga un decrecimiento de sus ingresos, y les conduzca a una situación de inseguridad producida por el aumento de la delincuencia, narcotráfico y del terrorismo que procedente de la frontera norte de Afganistán pueda llegar a Tayikistán y Turkmenistán y amenazar sus infraestructuras que proporcionan  vitales exportaciones de energía y minerales, incluidos, los oleoductos y gaseoductos, de gran importancia estratégica para China[68].

La principal contribución al proceso de paz en Afganistán podría pasar por facilitar una mayor integración económica de Afganistán. A través de los corredores aéreos y terrestres, pues le permitirían alcanzar nuevos socios económicos.

 

 

 

 

 

 

 

 

EEUU.

 

En diciembre de 2001 gracias al poderío aéreo de EEUU, los señores de la guerra apoyados por la CIA y los equipos de comandos sobre el terreno, EEUU y sus aliados derrocaron al régimen talibán de Kabul, y asesinaron y capturaron a cientos de combatientes y a algunos líderes de Al Qaeda (WHITLOCK, C. 2022: 26). El problema es que la guerra comenzó sin un plan para ponerle fin, porque el presidente Bush no había pensado que hacer una vez alcanzados sus objetivos y no había delimitado los objetivos de la guerra, de ahí  que pronto esos fines derivaron hacia encrucijadas que poco tenían que ver con el 11 S.

En noviembre de 2001 Bush decide replantear una nueva estrategia de guerra, y fue entonces cuando las fuerzas de la Alianza del Norte con ayuda de EEUU tomaron el control de Mazar e Sharif, Herat, Kabul y Jalalabad (WHITLOCK, C. 2022: 33).

En 2001 ni Bush, ni Karzai querían desarmar a la fuerza a los señores de la guerra, esto porque habría fracturado aún más a Afganistán, porque habría requerido una entrada masiva de tropas y porque EEUU y Karzai habrían tenido que garantizar a los señores de la guerra en el nuevo gobierno un rol,  además de concederles legitimidad política. A pesar de todo, se acabó llevando a cabo la campaña de desarme de los señores de la guerra sin necesidad de recurrir a la fuerza. La consecuencia positiva del desarme fue que se eliminaron los ejércitos privados, lo cual fue muy importante para normalizar la política del país. Pero al dejarles entrar en el gobierno, EEUU los convirtió por un lado, en un elemento importante del nuevo sistema político, y por otro lado, en un problema, pues al convertirlos en altos funcionarios la corrupción se convirtió en un atributo del gobierno afgano.

Tras no conseguir ganar terreno a los talibanes, ni a Al Qaeda, EEUU decidió plantear una nueva estrategia en la que se adoptó la decisión de construir una nueva nación, pues sin ella era imposible asegurar que Al Qaeda no fuese a volver. Pero el problema era que no había un modelo de estabilización que funcionase para después de un conflicto. Estaba claro que Afganistán necesitaba un mejor sistema de gobierno.  Técnicamente los afganos debían decidir con quienes gobernar el país, pero la administración Bush le convenció para que adoptara como solución: la democracia constitucional y con un presidente elegido por voto popular (WHITLOCK, C. 2022: 61). Esto se hizo para limitar la influencia de los señores de la guerra regionales y para colocar al frente de Afganistán a Karzai, un líder tribal que EEUU tenía bajo su protección.

Mientras Al Qaeda establecía su santuario en Paquistán, EEUU iniciaba en 2003 la guerra en Irak. Para Bush desde la primavera de 2002 Afganistán era un  capítulo cerrado, porque los talibanes jamás volverían a ser una amenaza seria (WHITLOCK, C. 2022: 67).

En ese momento la guerra en Afganistán pasó a un segundo tanto material como políticamente para EEUU, lo cual fue un grave error tanto para Irak como para Afganistán. Pues, la invasión requirió una fuerza de 12000 efectivos para Irak y una reducción de los efectivos de Bagram. A pesar de todo, en el verano de 2003 las fuerzas armadas de EEUU y la coalición perdieron el control de la guerra de Irak y no habían encontrado las armas de destrucción masiva.

A diferencia de lo que se quería hacer creer a la opinión pública, el conflicto de Afganistán se estaba volviendo cada vez más descarnado. En vista de lo cual, el Teniente General Barno (David William) ordenó revisar la estrategia de guerra. Se decidió dejar de capturar terroristas y lanzar una campaña contra la insurgencia (WHILOCK, C. 2022: 71). Al mismo tiempo, que decidía conformar un nuevo ejército afgano a semejanza del estadounidense, lo que fue un fracaso porque EEUU no tuvo en cuenta lo que costaría formar e instruir a las fuerzas de seguridad afganas en tiempo y dinero. Si diseñar un ejército afgano resultaba costoso, mucho más era crear una fuerza de policía nacional afgana.

Entre 2004 y 2006 los beneficios del opio alimentaron la insurgencia (WHITLOCK, C.2022:165), pues al declarar al opio como  enemigo, Bush abrió un nuevo frente de guerra. Pues de las drogas se lucraban en Afganistán los talibanes, los señores de la guerra, los gobernadores y altos dignatarios afganos. Tiendo en cuenta lo paradójico que resultaba atacar los campos de amapola, la Administración Bush decidió abrazar un plan similar al que apoyó EEUU en Colombia para combatir el tráfico de cocaína. Pero ni el presidente Karzai, ni los militares de EEUU estaban por la labor

En 2006  EEUU invitó a sus aliados de la OTAN a aceptar una mayor responsabilidad en la guerra de Afganistán. De tal manera que en mayo el Teniente General británico David Richards tomó el mando de las Fuerzas de la OTAN y posteriormente, también el de las fuerzas estadounidenses del este (WHILOCK, C. 2022: 131).

En 2006 Bush sustituye a Rumsfeld por Gates. Este estaba a favor de implantar una estrategia menos ambiciosa. Esta consistía en aplastar a los talibanes y debilitarlos; apuntalar a las fuerzas de seguridad afganas para que sometiesen a los talibán e impedir que   los terroristas pudiesen emplear a Afganistán como plataforma desde la que atacar de nuevo a Occidente. Gates al igual Rumsfeld, no solo no sacó a las tropas estadounidenses, sino que mandó más unidades a luchar a Afganistán.

En el año 2008 los comandantes estadounidenses pidieron más efectivos, pero Bush dejó la decisión en manos del próximo presidente de EEUU.

Barak Obama estableció una nueva estrategia integral para Afganistán. A pesar de todo, continuó con el plan de Bush de contener a la insurgencia y fortalecer al gobierno afgano hasta que pudiese valerse por sí mismo.  Pero en junio de ese año ordenó revisar la estrategia empleada en la era Bush y decidió imponer la nueva estrategia integral para la guerra y enviar 21.000 soldados más a Afganistán, con lo que el total de efectivos se elevó a 60.000 (WHITLOCK, C. 2022: 174).

Al llegar al poder Obama se produjo también un cambio en la cúpula militar de EEUU, aunque no consiguió resolver los problemas subyacentes.

Stanley A. ordenó revisar de nuevo esta estrategia bélica en junio de 2009 y decidió adoptar una estrategia de contrainsurgencia con los recursos adecuados, es decir, contar con 60.000 soldados más, reclamó introducir una inyección masiva de ayudas para construir el gobierno afgano,  y ampliar el volumen de su ejército y de la fuerza policial (WHITLOCK, C. 2022:178). También presionó para que se restringiesen las normas de combate de las fuerzas de EEUU, con el fin de limitar las bajas civiles en los ataques aéreos y las incursiones. Pero esta nueva estrategia también fracasó, porque no abordó la alarmante falta de conexión entre los EEUU y los aliados; no tuvo en cuenta quién era el enemigo, ni tampoco tuvo en cuenta que muchos afganos veían a los estadounidenses como invasores infieles y al gobierno afgano como una marioneta de estos. También, minimizó la influencia decisiva de Paquistán en la guerra.

En noviembre de 2009 el general Eikenberry instó a Obama a rechazar el plan de McCrystal, pues consideraba que Paquistán continuaría siendo la mayor fuente de inestabilidad afgana mientras se mantuviesen los santuarios fronterizos. También predijo que si Obama aprobaba la petición de McCrystal de traer miles de efectivos adicionales a Afganistán provocaría más violencia (WHITLOCK, C. 2022: 181). A pesar de todo, Obama decidió desplegar 30.000 efectivos más en Afganistán, aunque impuso un calendario a la misión, poniendo como fecha límite dieciocho meses para la  vuelta de las tropas adicionales a EEUU. Altos cargos del Pentágono y del Departamento de Estado consideraron que hacer público  una fecha de retirada era un grave error estratégico.

Mientras tanto, en la primavera de 2010 se llevó a cabo una gran ofensiva por parte de EEUU, la OTAN  y los afganos para tomar el control de la ciudad de Marja. Pero la campaña  fue más larga de lo esperado por encontrarse con una inesperada y feroz resistencia de un pequeño grupo de combatiente talibanes. Por lo que los planes para asegurar Kandahar sufrieron retrasos. Obama se oponía a un proyecto de reconstrucción nacional  interminable en Afganistán y a seguir gastando enormes cantidades de dólares en esta guerra. Pues la ayuda anual de EEUU para la reconstrucción de Afganistán había pasado de 6000 millones a 17.000 en 2010 (WHITLOCK, C. (2022: 188).

EEUU había invertido durante la administración Bush en Afganistán más de lo que el país podía asimilar. Se hicieron tantos proyectos de infraestructuras que no se pudo hacer un seguimiento de todos. Uno de esos proyectos fue la presa de Kandahar.

En mayo de 2011 EEUU  asesina a Bin Laden y esto marca un punto de inflexión en la guerra de Afganistán, pues sin su muerte EEUU no podría haberse planteado poner fin a sus operaciones militares en este país. Fue en ese preciso momento cuando Obama decide empezar a  traer de vuelta a las tropas estadounidenses. De 100.000 efectivos, el número se reduciría a 67.000 en 2012 (WHITLOCK, C. 2022: 234). Pero con la muerte de Bin Laden no se logró derrotar estratégicamente a Al Qaeda, aunque sí debilitarla, tampoco se logró que la estrategia de contrainsurgencia fuera un éxito, ni se  consiguió que las fuerzas de seguridad afganas pudieran salvaguardar el país.

En 2013 cuando se fueron retirando las tropas estadounidenses, el ejército y la policía afgana intentaron ir llenando ese vacío mientras los talibanes iban controlando otros  territorios y reactivando sus fuerzas. Esto fue una muestra de que la estrategia contra la insurgencia de Obama tampoco había tenido éxito.

A pesar de que el 28 de diciembre de 2014 Obama dio por finalizada la misión de combate de EEUU en Afganistán, no fue así, pues no había conseguido tal como prometió sacar a las tropas de EEUU de Afganistán. En vista de lo cual, se comprometió a retirar las tropas a finales de 2016, con la excepción de una fuerza residual que permanecería en la embajada estadounidense.

A finales de 2015 los talibán habían tomado Kunduz. En  consecuencia, las tropas estadounidenses llegaron a Kunduz para ayudar al ejército afgano a retener la ciudad.

En enero de 2016 la Casa Blanca aprueba nuevas reglas de combate que autorizaban al Pentágono a atacar al Estado Islámico y a Al Qaeda en Afganistán. Esto originó un aumento de los ataques estadounidenses contra el EI en el este de Afganistán.

Tras haber invadido los talibanes en 2016 de nuevo Kunduz, bombardeado Kabul, y haberse hecho con el control de la provincia de Helmand, Obama decidió no reducir los efectivos estadounidenses a 5500 como estaba previsto.

Trump a diferencia de Obama prometió no solo poner fin a la guerra sino ganarla.

Volvió a revisar la estrategia de guerra de EEUU y al hacerlo decidió implantar un cambio sustancial al autorizar a los militares intensificar la campaña de bombardeos y renovar los ataques aéreos sobre los talibanes. Este aumento de la violencia provocó un  incrementó el número de fallecidos civiles afganos al año.

MacMaster con el fin de evitar la desintegración de Afganistán advirtió a Trump de que si retiraba las tropas de Afganistán, Al Qaeda podría volver y lanzar otro ataque sobre EEUU (WHITLOCK. 2022: 278). En esto se  equivocó, pues Al Qaeda no era y lo que había sido. Este general  también aconsejó a Trump que mantuviese las  tropas estadounidenses sin límite de tiempo con el fin de salir del punto muerto en el que se encontraba la guerra.

En noviembre de 2017 se puso en marcha la “Operación Tempestad de Hierro”, cuyo objetivo principal era acabar con la red de laboratorios de procesamiento de opio, con el que los talibanes ganaban 200 millones de dólares. A las tres semanas se habían eliminado 25 laboratorios de opio, con los que los talibán hubiesen generado 80 millones de dólares en su financiación (WHITLOCK. 2022: 287).

En 2018 aprovechando Trump las ansias de paz del gobierno afgano de Ghani y de los talibanes, ordenó al Departamento de Estado y al Pentágono que iniciaran una negociación directa y al más alto nivel con los talibanes. Así pues, en julio de 2018 Alice Walls se reunió con los líderes  talibanes en Qatar, sin la presencia de los  miembros del gobierno de Ghani (WHITLOCK, C. 2022: 308).

Tras varias conversaciones con los talibanes y siguiendo las condiciones pactadas, EEUU se comprometió a retirar los 14000 efectivos que quedaban  en Afganistán y a cambio, los talibanes debían  negociar un pacto permanente con el gobierno afgano y cortar sus vínculos con Al Qaeda. En 2019 este acuerdo provisional se desmoronó.

En febrero de 2020 se retomaron las negociaciones en Doha, y el día 29 las partes firmaron el acuerdo para poner fin a la guerra.

Joe Biden heredó una guerra inacabada de los tres presidentes estadounidenses anteriores.

Al llegar Biden a la presidencia en enero de 2021, se encontró con el plan de retirada de las tropas diseñado por la Administración Trump, con arreglo a la Declaración Conjunta de Paz suscrita por los talibanes en Doha en febrero de 2020, y que contemplaba como fecha límite el 1 de mayo de 2021. Biden mantuvo este  compromiso, pues para Biden la guerra había conseguido su objetivo inicial hacía tiempo. Por lo tanto, el 14 de abril de 2021 se comprometió a retirar las tropas de EEUU que quedaban en Afganistán antes de septiembre de 2021. Pues uno de los puntos de su programa electoral había sido salir de las “guerras eternas” abiertas en Asia, y en particular en Afganistán, y acabar con dos décadas de despliegues militares a gran escala.

El 1 de mayo comenzó la repatriación del contingente cuya consumación decidió demorar hasta el 11 de septiembre de 2021. Pero viendo que los talibanes iban a tomar el control de Kabul, el 14 de agosto decidió adelantar la retirada final al 30 de agosto. Para justificar su actuación ante las críticas que recibió en cuanto a la forma y el fondo de cómo  se  realiza la retirada, Biden dijo que no estaba dispuesto a permanecer indefinidamente en un conflicto que no era de interés nacional para EEUU, y cuyo único interés vital en Afganistán era el de prevenir nuevos ataques terroristas en EEUU. Por lo que, una vez degradada la amenaza y asesinado a Bin Laden, se podía hablar de haber alcanzado el éxito en la guerra.

Tras todos esos años de conflicto, Biden decide liberar en septiembre de 2022 a un narcotraficante talibán a cambio de un veterano de las Fuerzas Armadas estadounidenses que trabajaba como ingeniero civil en proyectos de desarrollo en Afganistán[69].

 

En un principio el plan de Bush en Afganistán era eliminar a Al Qaeda y derrocar a los talibanes.

El plan de Bush para Afganistán en 2003 estaba dirigido a reforzar un gobierno fiel a los intereses de EEUU, a instaurar una democracia al estilo de la estadounidense y crear una fuerza policial grande y bien entrenada.

La Administración Bush planteaba también cooptar los focos residuales de resistencia, evitar divisiones territoriales y étnicas, y facilitar la participación de las facciones políticas aceptadas en el nuevo gobierno. Sobre este punto planteaba la necesidad de que esas facciones aprobadas por EEUU tuviesen apoyo de sus patrocinadores externos.

La administración Bush pretendía también crear una base económica sólida en Afganistán y obtener la participación y el apoyo de la comunidad internacional en este proceso. 

 

 

El plan de Obama cuando llegó a la presidencia era reducir los efectivos estadounidenses a la mitad, es decir, dejarlos en 5.500.

En 2015 cambió de opinión y dejó retener en Afganistán a más de 5.500 efectivos, porque pensó que una rápida retirada desestabilizaría al país. Al parecer la situación de inseguridad persistente en  la que se encontraba Afganistán le obligó a revisar su plan y ralentizar la retirada gradual de sus tropas hasta 2017. Este ajuste adicional de 4.900 efectivos se destinó a apoyar a las fuerzas afganas para que en un futuro pudiesen mantener la seguridad en su país y hacer frente a los talibanes, a Al Qaeda, al EI y a otros grupos terroristas que están ubicados en Afganistán.

 

 

Trump decidió aumentar el número de efectivos y que esas tropas adicionales se dedicasen a operaciones de contraterrorismo y a entrenar a las fuerzas afganas.

El mayor cambio de la administración Trump fue el no poner límites a los militares estadounidenses en los ataques a los talibanes y a los grupos terroristas ubicados en Afganistán.

El objetivo de Trump era conducir a los talibanes a la mesa de negociación con el fin de encontrar una solución política a la guerra afgana.

Trump pretendía obtener la victoria contra los enemigos de EEUU, a fin de que no volviesen a atacarles.

 

NNUUNNUU ha estado presente en Afganistán a través de las agencias, los fondos y programas enfocados a ayuda humanitaria. Y desde 2002 a través de la UNAMA (Misión de Asistencia de NNUU en Afganistán)[70].

Su participación en el proceso político ha sido limitada y su contribución en tareas de seguridad no ha pasado del respaldo legal a las misiones de la OTAN y el régimen de sanciones contra algunos dirigentes talibán.  Tras la caída de Kabul el Secretario General de NNUU emplazó a la comunidad internacional a no dejar abandonado al pueblo afgano y a afrontar la emergencia humanitaria.

El 30 de agosto de 2021 el Consejo de Seguridad aprobó la Resolución 2593, en la que se reclama a los talibán la apertura rápida y segura del aeropuerto de Kabul, el acceso pleno y seguro de las agencias de la ONU y que se abstengan de albergar y entrenar a terroristas. En el documento no se incluyó como era el deseo de Francia que se crease en Kabul una zona protegida bajo mandato de la ONU.

El 13 de septiembre de 2021 la conferencia de donantes auspiciada por las NNUU y reunida en Ginebra recaudó unos 100 millones de dólares para sufragar programas de asistencia a corto plazo. Al día siguiente NNUU reanudó los vuelos a Kabul con artículos de primera necesidad, alimentos y trabajadores humanitarios.

Tras la evacuación de las embajadas, el personal de la misión ha ayudado a introducir los envíos de ayuda a través de pasos fronterizo.

La ONU durante los veinte años que ha durado la guerra de Afganistán ha mantenido a través de la UNAMA conversaciones con los talibán, que no sólo se han limitado a cuestiones de tipo humanitario sino a defender los DDHH y a impulsar el proceso de paz. Este mismo diálogo continúa con el actual gobierno talibán, pues resulta aún más necesario desde que estos se han hecho con el poder.

NNUU ha reiterado su compromiso de interactuar en el ámbito operativo y de la seguridad con los talibán, elaborando un mecanismo para que las sanciones y la congelación de fondos no suspendan los recursos destinados a asistir al pueblo afgano en la actual crisis humanitaria.

NNUU está buscando una forma rápida de que el dinero fluya a Afganistán para evitar que la economía colapse. Pero el problema reside en que hay que buscar un mecanismo que garantice que los recursos no los utilicen las autoridades de facto. Es por esto, que los talibanes están en el poder el personal de la UNAMA colabora en la elaboración de un nuevo Marco de Compromiso Transitorio, el plan de ayuda humanitaria y económica más caro de la historia de NNUU, en el que se establecen unos criterios para que los donantes inviertan 8000 millones de dólares en el año 2022, con el fin de evitar que el Estado se derrumbe.

NNUU piensa lanzar iniciativas como la de que un fondo dedicado a fomentar la economía popular proporcione acceso a dinero en efectivo por trabajo y subvenciones a las  microempresas. Actualmente el problema está en cómo encontrar esos recursos debido a la implosión económica que se está produciendo, y en cómo reiterar el compromiso de la comunidad internacional de no abandonar al pueblo afgano y evitar el colapso de la economía afgana.

NNUU va a adoptar cambios en la UNAMA para que se ajuste su misión a las nuevas circunstancias.

Actualmente existen discrepancias dentro del Consejo de Seguridad de NNUU sobre cómo debe ser el compromiso de la comunidad internacional con Afganistán. Mientras unos miembros del Consejo de Seguridad son partidarios de una repuesta humanitaria a gran escala y de emplear medidas que refuercen al débil Estado afgano, Francia se opone a prestar cualquier ayuda o intervención que pueda interpretarse como una legitimación de los talibán. Por otra parte, EEUU se muestra reacio a levantar las restricciones a la actividad económica afgana, pues estas son una de las ventajas que se tienen sobre los talibanes.

 

ESPAÑAPara España la guerra de Afganistán ha sido la más exigente operación de las FFAA en el exterior. Los soldados españoles durante veinte años realizaron 28.000 patrullas por la ruta Lithium, llevaron a cabo 1400 misiones de desactivación de explosivos, adiestraron a más de 1300 militares afganos y  ayudaron a reconstruir el país. Además, a través de diversas agencias, los gobiernos españoles han financiado la construcción de infraestructuras y colaborado en diversas iniciativas para el desarrollo en Afganistán. España se ha gastado en Afganistán 3500 millones de euros más 500 millones destinados a programas de cooperación[71].

La retirada de España de Afganistán se produjo en coordinación con el resto de la coalición internacional.

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de España ha desarrollado un plan de acogida para los afganos que soliciten asilo en el país, y en el que tiene programado invertir 174 millones de euros[72]. España y EEUU planean coordinar planes de ayuda humanitaria en el futuro en Afganistán tras la reunión mantenida en septiembre de 2021 entre el Secretario de Estado estadounidense Anthony  Blinken y el ministro de exteriores español José Manuel Alvares[73]. Además, el ministro de exteriores español se ha comprometido en la Conferencia de Donantes para Afganistán en abril de 2022 a aportar 12,5 millones de euros en 2022 y 4 millones más en 2023 en materia de ayuda humanitaria a través de la Oficina de Acción Humanitaria de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo[74].
UNIÓN

EUROPEA

La Unión Europea ha tenido una influencia limitada  en la toma de decisiones estratégicas durante la guerra, por lo que ha comprendido que debe luchar con una mayor autonomía estratégica en la toma de decisiones[75].

En total solidaridad con EEUU, los estados miembros de la UE asumieron en 2001 gran parte del esfuerzo militar, civil, financiero y humanitario en  Afganistán, lo que creó una cultura de dependencia que impidió la construcción de un Estado orgánico, legítimo y capaz de sobrevivir al finalizar la misión internacional[76].

Tras la toma de Kabul en agosto de 2021 por los talibanes, la UE cerró su delegación en Kabul y evacuó a sus trabajadores y afganos que habían colaborado con sus estados miembros.

No obstante, la UE ha mantenido una presencia mínima en Kabul, regulada por el Servicio Europeo de Acción Exterior, con la pretensión de coordinar los contactos con los talibanes, evaluar in situ la aplicación de los criterios y lograr una colaboración operativa eficaz sobre el terreno[77].

 

 El Consejo y la Comisión Europea están intentando articular una posición común sobre la acogida de refugiados, que debe hacerse por razones humanitarias y con control, en coordinación con los socios internacionales a fin de que la ayuda humanitaria llegue a las poblaciones vulnerables. Como prioridad inmediata la Unión Europea se ha propuesto reforzar su apoyo a terceros países, en particular a los vecinos y a los países de tránsito, que acogen a gran número de refugiados.

La cooperación de la UE, y por lo tanto, de España y de cualquiera de sus estados miembro, estará condicionada a un acuerdo pacífico e inclusivo y al respeto de los derechos fundamentales de todos los afganos, así como al respeto de las obligaciones de Afganistán, al compromiso de luchar contra la corrupción y la prevención del uso del territorio afgano por parte de organizaciones terroristas[78].

A raíz de la crisis afgana y tras la actuación de EEUU en Afganistán, se ha abierto un nuevo debate dentro de la UE sobre la necesidad de crear una fuerza de reacción rápida como concreción de una política común de seguridad y defensa que no esté supeditada a la OTAN.

Según el Presidente Mitchel la UE cooperará con los países de la región para atender las necesidades de la población afgana[79].

Una presencia, al menos mínima de la UE en Kabul, podría facilitar la prestación de ayuda humanitaria y la supervisión de la situación en clave humanitaria, y podría contribuir a coordinar la salida segura y ordenada de los afganos que deseasen salir del país.

OTANLa OTAN se sumó al plan de EEUU de retirar de forma gradual las tropas de Afganistán y culminar su repliegue en septiembre de 2021[80].

Durante su estancia en Afganistán los países miembros de la OTAN llevaron a cabo dos misiones: una, era la ISAF y la otra, la misión Resolute Support[81].

El 1 de enero de 2015 arranca la misión Resolute Support, sucesora de la ISAF y de la Operación de EEUU Freedom´s Sentinel.

El 12 de julio de 2021 la OTAN dio oficialmente por finalizada su misión. Aunque no fue hasta septiembre de 2021 cuando llevó a cabo una retirada segura y coordinada.

 

El plan de la OTAN en un futuro próximo es impedir que los grupos terroristas yihadistas operen en territorio afgano y sean una amenaza a la seguridad de Occidente. Aunque sin operadores de Inteligencia sobre el terreno, será difícil hacer una evaluación real de la amenaza terrorista yihadista en y desde Afganistán. De todas formas, los aliados de la OTAN piensan llevar a cabo reconocimientos en el ámbito diplomático para garantizar que los talibán cumplan sus compromisos.

No obstante, la OTAN  no parece que vaya a ser un actor activo en el futuro del complicado juego de este país[82].

Gobierno de la

República Islámica de

Afganistán

Siendo Hamid Karzai el máximo representante del poder central, su autoridad sólo era efectiva en Kabul y en algunas zonas controladas por las fuerzas de la coalición. No pudo ejercer su autoridad en el país debido a la escasa capacidad del ejército afgano y que una gran parte del país estaba bajo control de los señores de la guerra.

En 2007, apoyado por EEUU y la ONU, realizó una oferta de paz a los talibanes, pero estos la rechazaron mientras que las tropas de la OTAN estuviesen en el país.

Tras unas elecciones fraudulentas tomó posesión de su cargo como presidente el 19 de noviembre de 2009 (WHITLOCK, C. 2022: 202). Karzai fue acusado de corrupción por parte de EEUU, lo que, produjo un gran resentimiento de este personaje hacia Barak Obama. A partir de este momento dejó de confiar en EEUU y comenzó a cerrar acuerdos con los señores de la guerra y con algunos grupos étnicos.

En agosto de 2010 desaparecieron casi 100 millones de dólares en préstamos falsos del mayor banco privado de Afganistán. Estos fueron extraídos por blanqueadores que los introducían en maletas, para que algunos empresarios y políticos pudiesen esconder sus fortunas en el extranjero, sobre todo en Dubái (WHITLOCK, C. 2022: 217).

Karzai fue destituido el 29 de septiembre de 2014, tras reconocer que durante una década había recibido de la CIA, mensualmente dinero en efectivo.

Quebrada la confianza con EEUU, Karzai impidió que se llevaran a cabo las negociaciones sobre un acuerdo  de seguridad entre EEUU y Afganistán, por las que se habría autorizado a EEUU a mantener las tropas tras 2014en Afganistán.

En 2014 Ashraf Ghani ganó las elecciones al no haberse podido presentar Kharzai a un tercer mandato por imperativo constitucional, al haberse aliado con Abdul Rashid Dostum.

Ghani se presentó como independiente y ganó las elecciones en la segunda vuelta ante el vencedor de los  primeros comicios, Abdullah Abdullah. Emplazados ambos por EEUU, realizaron un acuerdo de gobierno de unidad nacional y con reparto de cuotas de poder.

Ghani a diferencia de Kharzai, sí firmó los acuerdos de Seguridad Bilateral con EEUU y el de Estatus de Fuerzas con la OTAN. El acuerdo bilateral de seguridad con EEUU proveía del marco legal para que EEUU continuase teniendo presencia militar en suelo afgano tras la retirada de la Alianza Atlántica a finales de 2014. Por otra parte, el acuerdo sobre el Estatus de Fuerzas permitía a la OTAN proporcionaba la base legal para que al completarse la misión de combate de la ISAF las tropas de EEUU y los aliados se dedicasen al entrenamiento y a apoyar operaciones antiterroristas contra el remanente de Al Qaeda. Mientras el grueso de las fuerzas de la OTAN  concluía la repatriación, se recrudeció la ofensiva talibán, que ya controlaba amplias extensiones territoriales de Afganistán.

Ghani ofreció de nuevo tras varios intentos fallidos negociaciones de paz a los talibanes, pero estos no aceptaron. Sin embargo, los talibanes no tuvieron inconveniente de negociar a espaldas de Ghani con EEUU. Esto provocó que sus relaciones con EEUU, que  habían manifestado ya ciertos altibajos  empeoraran tras conocer el presidente afgano que Trump y los talibán habían conversado en Doha. Finalmente, Ghani se sumó a los planes de Trump y asistió como invitado, a la firma de los acuerdos de Doha el 29 de febrero de 2020, en el que se fijó la retirada definitiva de EEUU y sus aliados tras casi veinte años de conflicto. A cambio los talibanes se comprometían a no permitir que el territorio afgano se utilizase para planear o realizar acciones que perjudicasen a EEUU. No obstante, en septiembre de 2020 el presidente Ghani, tras décadas de violencia decidió buscar un alto al fuego permanente y llegar a acuerdos con los talibanes que permitiesen la estabilidad de Afganistán. El encuentro se realizó con la participación de EEUU. Una de las cuestiones más espinosas de la negociación era el reparto de poder, pues ambas partes reclamaban poseer puestos importantes en el gobierno. Aunque lo prioritario era establecer un alto al fuego, pero es obvio que los talibanes no estaban dispuestos a ello, porque como han demostrado los hechos, en abril de 2021 iniciaron una fuerte ofensiva en el país durante los días anteriores a la toma de Kabul.

El 15 de agosto el presidente Ghani huyó al extranjero, y habiendo dejado un vacío de poder, los talibán entraron en Kabul casi 20 años después de haber sido derrocados. A partir de ese momento el caos se apoderó de Kabul y se inició una salida precipitada de algunas  de las misiones diplomáticas.

TalibanesEn 2001 tras haber rehusado los talibanes  entregar a Bin Laden, EEUU con la ayuda de los antiguos grupos muyahidines de la coalición antitalibán de la Alianza del Norte invadió el país y derrocó al gobierno talibán. Como consecuencia, la mayoría de los líderes de Al Qaeda y los talibanes que sobrevivieron a los ataques huyeron a Paquistán. Veinte años más tarde algunos de estos talibanes formaron parte de la delegación que firmó un acuerdo con EEUU.

Tras su derrocamiento en 2001 los talibán buscaron refugio y ayuda en el ejército de Pakistán, que recibía ayuda financiera de EEUU. En el interior de Afganistán los talibanes que quedaron en la zona norte comenzaron a ganar terreno y apoyo sobre todo en las zonas rurales. Pero, sobre todo fue cuando  Obama amplió la presencia militar estadounidense en Afganistán cuando los talibanes fueron ganando terreno en el país. Mientras tanto, los talibanes iban reclutando adeptos entre los afganos residentes en Paquistán. Los talibanes apostaron que con su persistente avance  EEUU acabaría yéndose del país, y así fue. Finalmente, el presidente Trump llegó a un acuerdo con los talibanes, por el que EEUU abandonaría Afganistán a mediados de 2021. El presidente Biden respaldó este plan y presidió la retirada de las tropas sin condiciones y la toma del poder por los talibán.

Al llegar al poder los talibanes actuales han evitado propagar una retórica incendiaria y han pedido a sus comandantes que eviten las represalias y abusos, aunque esto no es lo que está sucediendo en el país, pues no se están respetando los derechos de las mujeres, ni los derechos fundamentales.

Entre los talibán hay que distinguir tres facciones, una es la facción afgana de Kandahar, otra es la facción afgana del clan Haqqani y la facción talibán paquistaní TTP.

La red Haqqani aunque es semiautónoma, debido a su fortaleza financiera y militar y a que es muy violenta, es la facción más radical dentro del entramado talibán. Esta red tiene su bastión en las regiones tribales paquistaníes y mantiene contactos con Al Qaeda. Su destreza para el tráfico de drogas y contrabando ilegal en general,  han contribuido a robustecer a la red financieramente y a fortalecer sus capacidades militares. De hecho, los talibanes no hubieran llegado tan lejos sin la aportación de la red Haqqani y de sus miembros.

Tras la retirada de EEUU, los talibanes emplearon al batallón “Badri 313” para controlar el aeropuerto de Kabul, asegurar el palacio presidencial y desplegarse por las principales vías de la ciudad. A medida que han ido ocupando ciudades se han hecho con el arsenal armamentístico abandonado por  los estadounidenses y las fuerzas militares afganas que se rindieron sin oponer resistencia.

Su plan de cara a un futuro próximo es establecer el emirato islámico y trabajar para que la Sharia impere en el país y sin hacer ningún tipo de concesiones a su aplicación y a las costumbres de la sociedad medieval afgana[83]. Busca el reconocimiento internacional amparados en las promesas de respeto a los derechos de las minorías y las mujeres; de no servir de amparo a grupos yihadistas y de instaurar un gobierno moderado. Pretende levantar la economía del país y combatir la pobreza extrema a la que se enfrenta la población. A este fin el gobierno talibán lanzó en octubre de 2021 un programa para combatir el hambre, por el que se ofrece la paga en especies a cambio de trabajo a miles de familias que se encuentran en situación de pobreza extrema.

 

Señores de la

guerra

Tras el 11 de septiembre de 2001 la CIA no tenía escrúpulos en tratar a los señores de la guerra como socios y afianzar su lealtad con dinero (WHITLOCK, C. 2022: 146).

Abdul Rashid Dostum al llegar a Afganistán pequeños operativos paramilitares buscando venganza por el 11 S, se integraron en las fuerzas sitiadas de Dostum como asesores de combate y apoyados por una potencia aérea importante, realizaron una ofensiva que obligó a los talibanes a abandonar Mazar e Sarif y Kunduz (WHITLOCK, C. 2022:147). Miles de talibanes se rindieron a la milicia de Dostum a finales de noviembre de 2001, mientras que otros cientos que habían sido encarcelados cerca de Mazar e Sharif organizaban una revuelta. Una vez sofocada la revuelta, los comandantes de Dostum metieron a 2000 talibanes en contenedores sellados hasta la prisión de Sibargan donde llegaron asfixiados. Sus muertes permanecieron en secreto hasta 2002 (WHITLOCK, C. 2022: 147). EEUU abrió una investigación al dejar Bush la presidencia pero no se responsabilizó a nadie.

Mientras los afganos intentaban afianzar su nuevo gobierno en 2002 y 2003 Dostum operaba en su contra, a la vez que desoía los llamamientos internacionales para que desmovilizara las tropas y entregara su armamento pesado al gobierno de Kabul. A pesar de todo, EEUU continuó apoyándole.

En abril de 2004 desafió al gobierno de Kabul y tomó el control de la provincia de Faryab obligando a huir al gobernador nombrado por Karzai (WHITLOCK, C. 2022: 149). En consecuencia, el mando militar ordenó bombardear la residencia de Dostum en Sibargán, pero meses más tarde volvieron a darle su apoyo.

El señor de la guerra más poderoso fue Mohamed Qasim Fahim Khan, comandante de la milicia tayika y general comandante de la Alianza del Norte. Como tal, ayudó a EEUU a derrocar a los talibanes en 2001 (WHITLOCK, C. 2022: 154).

Los señores de la guerra tienen una gran capacidad de renacer. De ahí, que su poder continúe latente y que su base social no haya desaparecido. Sus milicias, aunque desmovilizadas, no han desaparecido.

Su plan es cambiar la situación actual del país, de ahí que estén esperando que se produzca el malestar popular contra el gobierno despótico de los talibanes para reaparecer en escena, pues son unos personajes que se resisten a desaparecer de la escena[84].

 

[55] PÉREZ GÓMEZ, A. (19/09/2021). Partido afgano: sale USA, entre Rusia y China. Atalayar.

[56] ATTANASIO, A. (15/02/2019). Afganistán 30 años después del final del conflicto que anticipó la caída de la Unión Soviética. BBC News Mundo.

[57] MORALES, J. (2012) Rusia en la Sociedad Internacional: perspectivas tras el retorno de Putin. UNISCI.

[58] UCHOA, P. (31/08/2021). Afganistán: lo que pueden ganar o perder otros países con el talibán en el poder. BBC World.

[59] Uchoa, P. (31/08/2021). Afganistán: lo que pueden ganar o perder otros países con el talibán en el poder. BBC World.

[60] OBSERVATORIO DE LA POLÍTICA CHINA. (20/04/2021). Implicaciones para China de la retirada estadounidense de Afganistán.

[61] Xianping y los uigures son el gran desafío nacional de la República  Popular China. Y es junto con el Tibet el único territorio en el que los chinos no constituyen mayoría. Los uigures, una de las etnias reconocidas oficialmente por el Estado chino, es la que ha mostrado una mayor resistencia a la asimilación y el dominio de Pekín, pues la mayor parte de los uigures sueñan con la creación de una nueva República del Turquestán oriental independiente. No obstante, la mayor parte de los uigures abogan por una consecución de sus objetivos de forma pacífica. Pero China considera que existe un creciente riesgo de que las corrientes islamistas desde Afganistán y Pakistán lleguen a la zona meridional de Xinpiang y el auge del activismo uigur alcance cuotas de violencia de los años 90.

[62] ALAMILLOS, A. (8/08/2021). ¿Qué se le ha perdido a China en Afganistán? El Confidencial.

[63] TORRES, M. (2/09/2018). EEUU cancela 300 millones de dólares en ayuda militar a Paquistán. El Mundo.

[64] ORTÍZ DE ZÁRATE, R. (16/09/2021). Quién es quién en el conflicto de Afganistán. CIDOB

[65] PAREDES, R. (16/08/2021). Afganistán: cómo EEUU., China, Rusia, Irán y Paquistán están involucrados en la lucha por el futuro de ese país. BBC NEWS MUNDO.

[66] ALONSO MARCOS. A. (27/08/2013).  Asia Central después de 2014: Implicaciones de la retirada de Afganistán. Documento Marco 17/2013. Ieee.es.

[67] APELLANIZ VELEZ, A. (20/03/2013). Irán y Afganistán, posibilidades de un futuro en común. IUGM. Doctorado. Reseña del IEEE.

[68]BARAK, M. (24/08/2021). Afganistán: el Gran Juego, otra vez. LA RAZÓN Internacional.

[69] MARTÍN MARTINEZ, S. (19/09/2022). EE.UU libera a un narcotraficante talibán a cambio de un prisionero estadounidense en Afganistán. Euronews.

[70] UNAMA es una Misión Política Especial de NNUU establecida para ayudar al estado y pueblo de Afganistán a sentar las bases para la paz y el desarrollo.

[71] RTVE NOTICIAS. (29/08/2021). Balance de España en Afganistán: 27.100 militares, 102 muertos y 4.000 millones de euros.

[72] GERON, J. (25/08/2021). Así es el plan de refugiados afganos que solicitan asilo en España. EFE/Madrid.

[73] EFE. (3/09/2021). EEUU y España se alían para coordinar planes futuros de ayuda en Afganistán.

[74] LA MONCLOA. (01/04/2022). España incrementará en más de 16 millones su ayuda humanitaria para Afganistán.

[75] ROVIROSA, D. (1/09/2021). Michel: Afganistán demuestra que la influencia de la UE es el “mayor reto”. EUROEFE.

[76] BARGUÉS, P. (11/2021). Veinte años de intervención internacional en Afganistán. Contradicciones y lecciones aprendidas. CIDOB.

[77]  DEPARTAMENTO DE SEGURIDAD NACIONAL. (8/10/2021). Unión Europea-Afganistán.

[78] OCDE. (9/09/2021). Primeras medidas de la UE en respuesta a la crisis de Afganistán.

[79] OCDE. (9/09/2021). Primeras medidas de la UE en respuesta a la crisis de Afganistán.

[80] EL PERIODICO. (14704/2021). La OTAN coordinará con EEUU la retirada de todas las tropas de Afganistán.

[81] MINISTERIO DE DEFENSA. Visión española de la posible evolución de Afganistán: Papel de la OTAN. Documento 7. Marzo 2007. CESEDEN.

[82] RUIZ BENITEZ, A. (17/11/2021). ¿Está en juego únicamente el futuro de Afganistán? GLOBAL Strategy.

[83] RUÍZ BENITEZ, A. (17/11/2021). ¿Está en juego únicamente el futuro de Afganistán? Global Strategy, p. 26.

[84] RUÍZ ARÉVALO, J. (26/10/2021). La caída de Kabul (II), ¿dónde están los señores de la guerra? Documento de Opinión 120/2021. Ieee.es. p.14.

 

6. PALABRAS CLAVE

Sorpresas

Surprise

Surprise

Una de las sorpresas para los talibanes fue su derrocamiento en 2001 por parte de EEU, de sus aliados y de los señores de la guerra apoyados por la CIA. Este era uno de los objetivos de la Administración Bush que los talibanes no esperaban.

Cuando la OTAN aceptó implicarse en Afganistán lo hizo para apoyar a EEUU, pero sin ser consciente de que este conflicto sería uno de los más largos y complejos de los dos últimos siglos.

Hubo sorpresas no solo porque las valoraciones y los estudios prospectivos que se realizaron sobre la posible evolución del conflicto fueron erróneas, sino porque no se conoció ni la naturaleza, ni el potencial de los talibanes. Esto originó que se desarrollasen estrategias equivocadas´.

A pesar de que en junio de 2020 los servicios de inteligencia preveían que el país podía caer seis meses después del repliegue de las tropas extranjeras en manos de los talibanes, la comunidad internacional, la OTAN y NNUU, no preveía una vuelta tan repentina de los talibanes al poder[85]. Pues a pesar de la retirada de las tropas estadounidenses las autoridades afganas contaban con la capacidad necesaria para resistir a los talibanes, porque el ejército afgano contaba con 300.000 efectivos y una fuerza aérea con la que no contaban los talibanes, pues durante dos décadas se habían estado invirtiendo millones de dólares para equipar y entrenar a las fuerzas afganas[86].

Otra de las sorpresas para la opinión pública estadounidense y las fuerzas aliadas fue el que EEUU decidiese invadir Irak mientras continuaba la guerra de Afganistán, pues mantener dos conflictos a la vez no solo suponía gestionar dos operaciones al mismo tiempo sino que significaba aumentar el contingente en Irak y disminuir el número de tropas en Afganistán donde la guerra no solo no había finalizado sino que las operaciones de combate se habían recrudecido (WHITLOK,C. 2022: 66).

Para los talibanes fue una sorpresa la aparición en 2015 del Estado Islámico en suelo afgano, pues si bien hoy no representa una amenaza directa contra los talibanes, puede aspirar en un futuro más o menos próximo a engrosar sus filas o a recuperar su base territorial cerca de la frontera con Pakistán, en el caso de que los talibanes den un traspiés.

Para el gobierno y el  pueblo afgano fue una sorpresa la salida de las tropas estadounidenses de Afganistán, pues pensaban que hicieran lo que hiciesen EEUU nunca les dejaría a su suerte y no fueron conscientes de que el valor estratégico de Afganistán en 2021 no era el mismo de hace 20 años.

Para los expertos en el tema y para los analistas geopolíticos es una sorpresa que los talibanes hayan recuperado el suelo afgano de forma tan rápida.

Variables

Key variables

Variables clés

Lo importante de estos 20 años de guerra es identificar algunos de los momentos en los que se han tomado decisiones importantes y que han hecho evolucionar esa situación hasta la actualidad. Según nuestro modo de entender estos han sido los momentos en los que se han tomado determinaciones importantes, uno es el que el año 2001 se resuelva no incorporar a los talibanes al proceso político o al menos a una parte importante de ellos, pues que si esto se hubiese producido es posible que se hubieran generado más problemas para la estabilidad del gobierno afgano. Es más, es imposible que los talibán hubiesen deseado formar parte de un gobierno controlado por EEUU.

El otro momento importante fue el año 2006 que es cuando se empieza a percibir la amenaza talibán, el Estado afgano no tenía desarrolladas sus capacidades y contaba con un número reducido de hombres en sus fuerzas armadas, lo cual obligó a la comunidad internacional a desplegar al ejército internacional para hacer frente a los talibán. El hecho de exigir un esfuerzo muy limitado a la administración afgana en el desarrollo de sus capacidades y de apoyarle con una estructura importante de NNUU y de seguridad, provocó que la comunidad internacional tuviese que gestionar los proyectos, las inversiones, atender las necesidades del gobierno afgano y luchar contra los talibán. Esto a largo plazo ha tenido graves consecuencias como es la pérdida de legitimidad del gobierno afgano que se manifiesta de modo especial en 2014 al producirse la retirada del grueso de los PRT, pues las autoridades a cargo de las provincias, de los distritos y del gobierno a nivel nacional, no tienen la experiencia, ni la capacidad para atender a sus necesidades. El problema ha estado en que los gobiernos afganos de Kharzai y Ghani han  creído que EEUU no se iría nunca y por lo tanto, no se han preocupado de desarrollar sus propias capacidades. Y los talibán han aprovechado esta debilidad para tomar el poder.

Desacuerdos

Disagrement

Desácerd

Trump llevó a cabo una intensificación de las fuerzas y más potencia de fuego en Afganistán como antídoto en contra de la gestión de la guerra realizada por Obama. Es así, que autorizó el envío de nuevos efectivos a Afganistán y aceptó mantener el aumento de tropas sin límite de tiempo, lo que era una capitulación respecto a su postura inicial sobre el conflicto, la de retirarse cuanto antes. También estableció, a diferencia de Obama, un aumento de la confidencialidad no solo como táctica para mantener al enemigo inquieto, sino para fomentar en los estadounidenses la incertidumbre. Además, Trump produjo un cambio esencial en la estrategia de guerra de Obama, al autorizar a los militares a intensificar la campaña de bombardeos (WHITLOCK. 2022: 279). Trump a diferencia de los anteriores presidentes, pensó realizar una salida negociada con el gobierno afgano, pero cedió ante los talibanes a que las negociaciones fuesen bilaterales. Quizás cometió un error estratégico al dejar fuera de la negociación al gobierno afgano y dar legitimidad internacional a los talibán.

Durante la Administración Obama se produjo una falta de conexión entre EEUU y sus aliados, pues no lograban ponerse de acuerdo sobre si luchaban en una guerra, participaban en una operación de mantenimiento de la paz o dirigían una misión de entrenamiento. Esta distinción era muy importante establecerla, porque algunos aliados de la OTAN estaban autorizados a entrar en combate solo en caso de defensa propia.

Biden se distanció de Bush, Obama y Trump, y decidió terminar con la guerra de Afganistán.  Pues para Biden la guerra debería haber terminado hacía 10 años, es decir, cuando se asesinó a Bin Laden. Bush fue el que introdujo a EEUU y sus aliados en la guerra de Afganistán, pero sin una meta, sin unos objetivos concretos y claros, sin un plan para ponerle fin y sin saber lo que se pretendía conseguir en un país que resultaba ser desconocido. En 2003 Bush invadió Irak, lo que fue un gran  inconveniente no solo para Irak sino también para Afganistán, pues la misión en este país pasó a segundo plano tanto material como políticamente y esto provocó un cierto malestar y desacuerdo entre EEUU y la OTAN, a la que no solo dejó con menos efectivos sino que la responsabilizó de la desfavorable marcha de la guerra en Afganistán.

A medida que Afganistán se descontrolaba se enardecían las rivalidades latentes dentro del gabinete de guerra de Bush entre Rumsfeld y Powell, pues cada uno culpaba al otro y a su personal, del fiasco en el campo de batalla (WHITLOCK. 2022: 74).

Controversia

Controversy

Controverse

Dos contradicciones han marcado la misión de Afganistán. La primera, es que el despliegue de más recursos económicos, militares y políticos para acelerar los resultados previstos produce generalmente efectos contraproducentes. Por ejemplo, el esfuerzo internacional por transformar Afganistán a finales de la década del 2000 no solo creó un Estado dependiente de la ayuda exterior y más recursos militares y económicos, sino que generó más tensión y violencia en el interior del país. Además originó demasiadas expectativas tanto en EEUU y sus aliados como entre los militares y civiles responsables de realizar la misión sobre el terreno.

La segunda contradicción es que las misiones de paz son para los locales, pero se implementan sin los locales, lo que produce un rechazo por parte de la población local. En este sentido, el proceso de transferencia de responsabilidades a los afganos ha resultado difícil para EEUU y sus aliados, pues no han contado con el apoyo de las zonas rurales, que se han se han ido distanciando del gobierno de Kabul y ha facilitado el retorno de los talibanes.

Indicadores

Indicators

Indicateurs

No se puede establecer unos indicadores propiamente dichos en las fases más prematuras de esta crisis porque fue EEUU la que atacó Afganistán tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. EEUU apoyándose en la legitima defensa decidió atacar Afganistán donde se encontraba el santuario de Al Qaeda y de Bin Laden, al que los talibán, que estaban entonces en el gobierno, no quisieron entregar a EEUU. Como consecuencia de los ataques de EEUU, los talibán fueron derrocados y accedió el poder el presidente Karzai. En agosto de 2021 sucedió lo contrario, los talibanes tomaron el poder y el presidente de la República Islámica Afgana tuvo que huir del país. ¿Ocurrirá en un futuro próximo o medio con la oposición a los talibán, el efecto contrario a lo que sucedió anteriormente si con el paso del tiempo resurgen y se articulan los núcleos de resistencia armada?
Fénomenos nuevos

New phenomene

Nouveaux phénoménes

En Afganistán se ha producido un progreso tecnológico al emplear en la guerra drones. Pero los avances tecnológicos en el caso de los EEUU y de sus aliados, no han sido muy profundos. De hecho, los avances tecnológicos que se han producido durante estas dos décadas han ayudado más a los talibanes que a Occidente. Occidente ha luchado en  esta guerra de la misma forma de principio a fin. Por ejemplo, los primeros ataques aéreos fueron realizados por bombarderos B 52 y los ataques que marcaron el fin de la guerra afgana continuaron llevándose a cabo con este mismo modelo. Mientras que los talibanes comenzaron el conflicto armado con AK 47 y otro tipo de armas convencionales, pero acabaron utilizando la telefonía móvil e internet, no solo para mejorar sus sistemas de comando y control, sino para llevar a cabo comunicaciones estratégicas y operaciones de influencia. Loa talibanes para sobrevivir han necesitado emplear nuevas tecnologías, aunque la mayor parte de sus equipos continúen siendo fáciles de manejar. Pero el verdadero avance tecnológico de los talibán se ha realizado a nivel estratégico en las redes sociales tanto a nivel nacional como extranjero.

 

[85] EL PAÍS INTERNACIONAL. (15/02/2021). ¿Qué está pasando en Afganistán? Las claves de la ofensiva talibán.

[86] EL IMPARCIAL. (30/08/2021). El gobierno reconoce que no previó la rapidez y magnitud de la victoria talibán.

 

7. ESTADO ACTUAL

Durante el año 2022 tras haber caído Afganistán en poder de los talibanes, se han producido una serie de hechos a nivel internacional que nos sitúan sobre cómo están actualmente las relaciones entre los talibán y organismos como NNUU y una parte de la comunidad internacional actualmente, y cuál es la situación del país.

En marzo de 2022 NNUU a través de su Alta Comisionada para los Derechos Humanos reclamó a los talibán que reabrieran los cursos para alumnas de cursos superiores a sexto, pues denegarles la educación viola los Derechos Humanos de las mujeres y niñas, pues es una discriminación estructural, despoja a este sector poblacional de educación, y es perjudicial para las expectativas de recuperación y desarrollo en el futuro del país[87].

En el caso de China, su ministro de Exteriores se reunió el 24 de marzo con altos cargos talibanes, no solo para continuar desarrollando sus amistosas relaciones de vecindad, sino para concretar cómo podrá invertir Pekín en los sectores de la minería y energía en Afganistán. China espera que el actual gobierno talibán cumpla con su compromiso de estabilizar y llevar a cabo una reconstrucción pacífica del país[88].

En marzo EEUU decidió cancelar varias reuniones con los talibán en Qatar, tras haber decidido las autoridades talibanes prorrogar el cierre de las aulas para alumnas de cursos superiores a sexto, rompiendo así a su compromiso de reabrir las aulas cerradas en agosto de 2021. Pues si esta decisión no revierte podría dañar las perspectivas de crecimiento económico del país y el interés de los talibanes por mejorar su relación con la comunidad internacional. También en marzo, la UE y otros seis gobiernos[89] condenaron con firmeza la decisión de mantener cerradas las aulas a las alumnas de cursos superiores a sexto[90]. Al día siguiente el Alto Representante de la Política Exterior de la UE desde el Foro de Doha, emplazó a la comunidad internacional a no perder de vista la situación de crisis en que se encuentra Afganistán[91].

En la actualidad Afganistán está bajo poder talibán y en parte esto se debe a la salida de las tropas estadounidenses de Afganistán, y a que Ghani se quedó sin el apoyo de los líderes tribales que habían ya establecido acuerdos con los talibanes y sin el apoyo de los señores de la guerra.

En el interior de Afganistán que el nuevo gobierno talibán se haya apoderado de Kabul supone una vuelta a un pasado casi medieval, el establecimiento del emirato islámico y la imposición de rigurosa una sharia, lo que perjudicará gravemente la seguridad y al bienestar de los afganos.

Desde que llegaron los talibán la inversión extranjera ha menguado enormemente debido a la inseguridad en la que vive el país, que está ahuyentando que el dinero provenga especialmente de Occidente. Además, la falta de reconocimiento del gobierno talibán por parte de los países que no lo consideran un poder legítimo está impidiendo  cualquier tipo de acuerdo económico. Pero esto no es todo, pues desde la salida de EEUU de Afganistán y la  toma del poder por parte de los talibán, se ha producido un cambio en el tablero geopolítico de Asia Central.

 

[87] EUROPA PRESS. (23/03/2022). Bachalet muestra su profunda decepción por la prórroga del cierre de escuelas de secundaria en Afganistán.

[88] EUROPA PRESS. (24/03/2022). El ministro de Exteriores de China visita Afganistán para reunirse con altos cargos de los talibán.

[89] Los seis gobiernos firmantes además de la UE, son Canadá, EEUU, Noruega, Reino Unido, Francia e Italia.

[90] EUROPA PRESS (25/03/2022). La UE y otros seis países condenan la decisión de los talibán de prorrogar el cierre de aulas a niñas en Afganistán.

[91] EUROPA PRESS. (26/03/2022). Borrell pide no perder de vista la crisis en Afganistán.

 

8. LECCIONES APRENDIDAS

Hay que huir de buscar culpables, pues EEUU no es el único que ha participado en esta guerra, sino que hay otros actores. Lo que hay que hacer es identificar las decisiones que se han ido tomando.

Uno de los errores es que EEUU y los aliados no solo obviaron antes de ir a Afganistán su historia, cultura, su composición tribal y las diferencias étnicas y religiosas, sino que se lanzó a la guerra con un desconocimiento total del enemigo, es decir, de Al Qaeda. Además, se cometió la equivocación de no diferenciar a Al Qaeda de los talibanes, que aunque compartían la misma ideología y se apoyaban mutuamente, perseguían unos objetivos diferentes. El haber tenido en cuenta este factor hubiese sido determinante para plantear futuras estrategias.

Otro de los fallos es que desde el principio se han planteado dos relatos diferentes en cuanto a lo que ha sucedido durante estos veinte años de guerra. Para los talibán, lo que se ha producido es una invasión de las tropas extranjeras y que ellos que eran el gobierno legítimo fueron derrocados. Por otro lado, para el gobierno afgano, ellos son el gobierno legítimo y a pesar de esto, estaba amenazado por los talibán a los que intenta controlar. Esto es importante porque si una parte de los afganos se ha decantado a favor de los talibán es porque se ha creído su relato. Un relato que habla de invasión cuando no es una invasión, sino un conflicto interno en el que ha habido una intervención internacional y ha sido esta actuación, la que ha provocado que una parte de la población se decantase en 2001 por los talibán que dominaban casi todo el país entonces y de ello, eran conscientes los talibán.

Una de las lecciones que se pueden extraer es que en un futuro a medio plazo si Afganistán logra un mínimo de estabilidad y no se deja llevar por prejuicios étnicos hacia sus vecinos, podrá llegar a haber proyectos de cooperación regional con este país.

Ni los Servicios de Inteligencia de EEUU y de sus aliados han sido capaces de anticipar el repentino colapso del gobierno afgano y de la toma de poder de los talibanes, cuya estratégica maniobra se vio reforzada con el anuncio de la salida de las tropas estadounidenses de Afganistán. Pero, además tampoco pudieron predecir que la toma del control de los talibanes se fuera a producir antes de que las fuerzas de seguridad extranjeras se retirasen definitivamente de Afganistán el 31 de agosto. De hecho, diversas agencias de inteligencia habían identificado el riesgo de la toma del control de los talibanes dos años después de la salida de las tropas de Afganistán[92].

Uno de estos errores estratégicos es que Trump cedió ante la petición de los talibán de que la negociación se realizase entre EEUU y los talibán y dejó a un lado al gobierno afgano. En ese momento Trump dio una legitimidad internacional a los talibán que no habían tenido nunca y convirtió al gobierno afgano en un actor irrelevante, dando así, a los talibán la razón de que EEUU era el invasor y que los talibán negociaban una retirada digna del invasor. El otro error de EEUU fue establecer unos plazos para la retirada, porque a partir de ese momento los talibán pierden todo interés por negociar con un gobierno afgano débil y aislado, pues son conscientes de que si esperan pacientemente alcanzarán el poder.  Otro de los errores que se cometió en la negociación es que se pactara que los talibán cesasen sus ataques contra las fuerzas internacionales, pero no contra las fuerzas afganas.

Otra lección aprendida por EEUU es que comprendió que el problema de Afganistán resultaría muy difícil de solucionar, entre otras cosas, porque los dos gobernantes afganos que habían gobernado desde el año 2001 hasta 2021 no habían sido capaces de demostrar la capacidad de gestión que se le requiere a un Estado, tener sentido de Estado, ni consiguieron alcanzar legitimidad ante los afganos que vieron que las esperanzas que habían puesto en sus gobernantes corruptos habían fracasado.

Uno de los posibles fallos de EEUU es pensar, – y en base a ello, firmó los acuerdos de Doha, – que en Afganistán se había hecho lo que se debía hacer y que la administración afgana no había estado a la altura de las circunstancias. Esto se debe a que ninguno de los cuatro presidentes estadounidenses ha sido capaz de hacer autocrítica de su gestión y de reconocer sus responsabilidades en el fracaso de Afganistán. Quizás esto se deba por un lado, al miedo a que se desvaneciese el apoyo popular tras ver que no se cumplían las expectativas (WHITLOCK, C. 2022: 123), y también al temor de que tanto los aliados como los propios estadounidenses se dieran cuenta de que en ningún momento contaron con una estrategia bélica, eficaz, coherente y que tenía un objetivo determinado.

Otro de los errores fue que una vez debilitada Al Qaeda, EEUU decidió iniciar el proceso de estabilización en Afganistán, esto hizo que la ayuda internacional fuese llegando a una administración afgana incapaz de gestionar eficientemente, y en la que no se controlaba el gasto. Pasados los años un Estado que se ha acostumbrado a sustentarse en estos cimientos es muy difícil que revierta la situación.

Otra lección que se puede extraer es que desde el principio no se ha trabajado en el desarrollo de las capacidades de la administración afgana. Pues pese a que la administración afgana fue apoyada con una estructura importante de NNUU no se ha trabajado por transferirla proyectos por lo que ha sido siempre la comunidad internacional la que ha gestionado los proyectos, la que ha invertido y atendido a los afganos y la que ha luchado contra los talibán. Esto ha originado una perdida de legitimidad del gobierno afgano y que llegado el momento de transferir responsabilidades a las autoridades afganas, estas no hayan sido capaces de gestionar su país, como sucedió cuando el grueso de los PRT se retiró. En este sentido, una parte importante de la responsabilidad del fracaso llegó desde NNUU.

En el caso de España una de las lecciones aprendidas es que el principal problema que tiene que afrontar nuestro país es la necesidad de mejorar la integración entre los componentes militar y civil del Equipo de Reconstrucción Provincial, pues no se pueden acometer proyectos de desarrollo sin una coordinada actuación de seguridad y no se puede proporcionar seguridad sin contribuir al desarrollo. Para ello, será necesario también mejorar la coordinación entre el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Defensa, que son los dos organismos implicados.

La Guardia Civil en el conflicto de Afganistán, gracias a su naturaleza militar y experiencia policial, ha contribuido dentro de la misión de asesoramiento militar de la UE al entrenamiento y asesoramiento de la Policía afgana en su responsabilidad de garantizar la seguridad y el orden público. A lo largo de todos esos años, gracias a su peculiaridad de fuerza policial de naturaleza militar, la Guardia Civil ha participado tanto en misiones de naturaleza civil como militar, lo que por sí solo habla de las fortalezas de emplear a esta institución en escenarios como Afganistán donde el espectro de actividades que se pueden desarrollar es muy amplio. Esta polivalencia de la Guardia Civil le permitió ejecutar todo tipo de misiones, y es uno de los bagajes más importantes, aunque las misiones militares han sido las más importantes. La experiencia en Afganistán debería servir para que las unidades de la Guardia Civil continúen participando en las misiones de gestión de crisis, pues su adaptación a los diferentes escenarios y misiones dentro del conflicto ha demostrado la idoneidad de este Cuerpo para formar parte del proceso de estabilización y construcción del país.

Cada vez se hace más acuciante, y este conflicto es buena muestra de ello, que la UE reduzca su dependencia de EEUU y refuerce su autonomía  estratégica, cuyo componente de seguridad y defensa debe desarrollarse. Aunque en esto, aún no han llegado a un acuerdo aún los estados miembros en octubre de 2022.

 

[92] JAKLITSCH, V. (21/08/2021). El colosal fallo de los espías de EEUU detrás del derrumbe de Afganistán.

 

9. PROSPECTIVA

 

  1. Escenario actual o tendencial

Actualmente los talibán son los que gobiernan en Afganistán. Pero una de las dudas que se nos plantean es si los talibán van a ser capaces de dar estabilidad a Afganistán y de gobernar el país durante un tiempo, o si dentro de unos meses resurgen los núcleos armados. Lo que vaya a ocurrir en un futuro más o menos próximo dependerá en gran parte de que los talibán sean capaces de ampliar su apoyo social y de mantener los niveles de bienestar alcanzado por Afganistán en los últimos años. Lo que ocurra en un futuro dependerá también de que Afganistán logre ser un Estado estable y esto lo conseguirá en parte si mantiene su buena relación con Irán, Paquistán, Rusia y China no se convierta en un peligro para estos países en cuanto a la exportación del terrorismo, la exportación de drogas o exportación de refugiados. Si consigue esto el gobierno talibán, – aunque no es fácil -, es posible que pueda gobernar años, logre la estabilidad de Afganistán y ampliar su base social.

  1. Escenario favorable a España.

De momento no hay un escenario favorable para España en Afganistán, entre otras cosas porque España por sí misma no puede hacer nada y todo lo que haga dependerá de lo que decida la UE, quién mantiene su compromiso de apoyar al pueblo afgano y a prestar asistencia humanitaria a los afganos que lo necesiten, incluso, a los desplazados internos.

  1. Escenario desfavorable a España.

La UE y España como cada uno de sus estados miembros está expuesta a sufrir la crisis de los refugiados afganos.

Por la irrelevancia actual de España en el mundo, puede haber una presión migratoria añadida a la que se está ya sufriendo.

  1. Otros escenarios.

 El escenario es favorable a los talibanes en cuanto que los de este segundo emirato se han dado cuenta del contexto internacional en el que se encuentran, y que para perpetuarse en el poder necesitan del apoyo exterior y que los donantes continúen proporcionándoles apoyo económico y soporte para continuar manteniendo el bienestar de la población. Turquía ya ha establecido contactos con los talibanes en Afganistán con el fin de proporcionar ayuda humanitaria a la población afgana. También Qatar, – en donde los talibán han mantenido su delegación durante el conflicto y en donde se ha llegado a acuerdos como el de Doha -, continuará influyendo en la zona mediante un softpower mejorado[93]. Potencias globales como China y Rusia, y regionales como Pakistán y Turkmenistán parecen estar también dispuestas a prestar legitimidad diplomática a los talibanes. Rusia y China buscan que Afganistán con los talibanes en el poder no se convierta en un refugio para grupos terroristas. Es por esto, que estos dos países han sido los primeros países en mostrarse dispuestos a dialogar con los nuevos dirigentes talibán.

El escenario actual de Afganistán es desfavorable para China, porque aunque a este país le interesaría explotar los recursos mineros afganos es inviable, pues Afganistán no posee en este momento ningún tipo de infraestructura para extraerlos. Es más, aunque se cree que existen minerales, no se sabe muy bien en qué cantidad, ni por qué valor. Respecto a la conocida como Nueva Ruta de la Seda y al hipotético beneficio que tanto Afganistán como China podrían conseguir con la nueva situación en el primero y lejos de incorporar a este país en su trazado, la intención de China es evitar que el régimen talibán pueda desestabilizar las repúblicas de Asia Central que son muy débiles. Pero el escenario no solo es desfavorable a China en el aspecto económico, sino que lo que le preocupa es que con los talibán en el poder exista el riesgo de que Afganistán se convierta en un refugio para los uigures, una etnia considerada terrorista por China.

El escenario es favorable a Rusia porque aunque tilda de terroristas a los talibanes, se muestra abierta a mantener una buena relación con estos, con el fin de evitar que las minorías musulmanas residentes en territorio ruso consigan financiación de los talibanes y se conviertan en un problema para el país. Además, la estabilidad de Afganistán sería favorable no solo Afganistán sino también a Rusia, porque así conseguirá unas fronteras seguras para sus aliados de Asia Central y prevenir la propagación del terrorismo y del tráfico de drogas. La estabilidad de Afganistán y de la región, podría hacer que algunas de las infraestructuras clave proyectadas con el gobierno afgano anterior pudiesen completarse. Este es el caso por ejemplo, del gaseoducto TAPI (Turkmenistán, Afganistán, Paquistán e India), o de la infraestructura de la red eléctrica CASA – 1000, que permitirá exportar 1300 MW de superávit hidroeléctrico de Kirguistán y Tayikistán a Afganistán y Paquistán. Son unos proyectos importantes tanto para Afganistán como para China porque en el caso de no completarse al menos garantizarían sobre el papel los intereses de Rusia y las Repúblicas ex soviéticas en la región[94].

El escenario es favorable también a Paquistán, aunque este país durante el conflicto ha jugado a dos bandas, es decir, mientras apoyaba la guerra contra el terror de EEUU, daba a los talibán soporte e inteligencia para sobrevivir a la campaña militar. A Paquistán le interesa mantener muy buena relación con los talibán porque el mantener una fuerte influencia sobre Afganistán es un activo importante frente a la India, y porque su seguridad nacional podría verse afectada en caso de resurgir la actividad terrorista en la frontera binacional en el caso de que los talibán afganos ayudasen a los talibán paquistaníes en su lucha por lograr la hegemonía Paquistán. Pero el escenario también puede ser desfavorable a Paquistán, pues esta nación puede ser uno de los principales destinos del flujo de refugiados procedente de Afganistán.

 

[93] INSTITUTO PARA LA PAZ Y LA COOPERACIÓN. (2022, 3  de marzo). Afganistán. Geopolítica de la región y el pasado, presente y futuro de Afganistán. (Video). Youtube. https://www.youtube.com>watch.

[94] PANTADOSI, G M. (2/09/2021). Cómo Afganistán ha pasado del problema de EEUU a prioridad geopolítica de China y Rusia. Video youtube.

 

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11. ANEXOS Y APÉNDICES

 

 

 

 

 

 

Mapa de Afganistán. Fuente: dreamstime.com

 

 

 

 

 

 

 

 

Distritos controlados por los talibanes el 16 de agosto de 2021. Fuente: El Confidencial.

 

Mapa de Afganistán y los países del entorno. Fuente: https//images.app.goo.gl.

 

Zonas de expansión de las tropas españolas Fuente: ABC

 

Corredor de Wakhan. Fuente: saeeg.org.

 

Misión española en Badghis. Fuente: ABC